La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, primera fuerza sindical multiprofesional del Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha exigido a la Junta de Andalucía que adopte todas las medidas necesarias, entre ellas la dotación de mascarillas FFP2 o FFP3, para garantizar la salud de los profesionales de la sanidad. Así lo ha registrado el sindicato en todos los centros de la comunidad tras comprobar el exponencial incremento de contagios y bajas como consecuencia de la variante Ómicron, que ha triplicado el número de afectados en apenas dos semanas.
Según el último informe de las autoridades sanitarias, el 14 de enero había 2.846 profesionales en esa situación en Andalucía tras contraer el virus en el ejercicio de su trabajo, frente a los 986 de finales de diciembre, lo cual supone un aumento de 1.860 efectivos (un 188% más).
De los 2.846 casos contabilizados en la región, 590 corresponden a Málaga (el 20,73%), que es la provincia que más bajas por contagio registra entre los profesionales actualmente, según los datos facilitados por la Administración. En apenas dos semanas, 368 profesionales del SAS se han contagiado de Covid-19 en Málaga, que a finales de diciembre sumaba 222 bajas.
En números absolutos, desde que empezó la pandemia se ha contagiado la quinta parte de la plantilla andaluza total: 22.112 trabajadores (de 116.919), 4.050 de ellos en
Por centros, la mayoría de los profesionales de baja en la provincia actualmente están adscritos al Hospital Regional (198), seguido del Hospital Cínico ‘Virgen de la Victoria’ (112), AGS Axarquía (70), distrito sanitario Costa del Sol (63), AGS Serranía (51), distrito sanitario Málaga (50), AGS Norte de Málaga (38), distrito sanitario Valle del Guadalhorce (7) y centro de transfusión sanguínea de Málaga (1).
En el escrito registrado este mismo jueves, CSIF denuncia el uso generalizado de mascarilla quirúrgica en lugar de equipos de protección individual y solicita la generalización de mascarillas FFP2 y FFP3, ya que está científicamente demostrado que su grado de protección es mayor y más duradero que la de las quirúrgicas. En este sentido, el sindicato cita que el contagio puede producirse en quince minutos sin mascarilla, en veinte minutos con una de tela y en media hora con una quirúrgica, mientras que ese margen se va a las dos horas y media con la FFP2.
El sindicato también denuncia la inexistente o deficiente formación a los trabajadores sobre la nueva variante del coronavirus, de ahí que reclame que los profesionales dispongan de esa información. Además, pide una ventilación adecuada y el uso de equipos de alta capacidad de filtración en los lugares de trabajo donde la transmisión aérea del virus suponga un riesgo y no esté garantizada la distancia personal, en consonancia con lo expuesto en el Real Decreto 1076/2021, del pasado 7 de diciembre, que establecía las disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
CSIF confía en que la Consejería de Salud y Familias adopte todas estas medidas con carácter inmediato y permanente. Se está produciendo un cambio en las condiciones de trabajo debido a la exposición de los trabajadores a la variante Ómicron, pero la Administración no establece el uso de los equipos de protección individual (EPI) que mayor protección proporcionan. Es patente y notorio que se está produciendo un daño en la salud de los profesionales y que existen indicios de que las medidas de prevención que se están tomando en la actualidad resultan insuficientes.
CSIF también advierte a la Junta de que, en caso de no llevar a cabo las actuaciones solicitadas, estaría incumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó a finales de 2021 relativas al uso de mascarillas por parte de los trabajadores de la salud en entornos donde la ventilación sea deficiente.