Agentes de la Policía Nacional han detenido a una mujer en Países Bajos por su presunta participación en la financiación y preparación del atentado cometido en Madrid contra Alejo Vidal-Quadras el pasado 9 de noviembre.
Detenida una mujer en Países Bajos por participar en financiación y preparación del atentado contra Vidal-Quadras
Según ha informado la Policía Nacional, la arrestada es una mujer de nacionalidad holandesa detenida gracias a una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por España.
Esta es la quinta detención que se realiza en el marco de la investigación del atentado perpetrado en Madrid el pasado 9 de noviembre contra el exvicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras, que fue también presidente del PP catalán y uno de los cofundadores de Vox.
El pasado 23 de febrero, Vidal-Quadras ofreció una rueda de prensa en Madrid en la que relató el «milagro» por el que salvó la vida. «No tengo ninguna duda de que fue el régimen de Irán», dijo en reiteradas ocasiones, insistiendo en la llamada pista iraní.
La última novedad de la investigación por el atentado fue la detención en enero en la frontera de Colombia de uno de los presuntos autores del intento de asesinato, un ciudadano venezolano con una orden de búsqueda internacional por un delito de terrorismo en España.
BÚSQUEDA DE UN FRANCÉS DE ORIGEN TUNECINO
La investigación de la Comisaría General de Información de la Policía había permitido detener previamente a otras tres personas. La Audiencia Nacional envió a prisión por tentativa de asesinato terrorista a un arrestado en Lanjarón (Granada) –un ciudadano español converso al islam en su vertiente chiita– y dejó en libertad con medidas cautelares a su pareja, una mujer de origen británico, y también a un tercer detenido en Fuengirola (Málaga).
Las pesquisas se dirigieron entonces a dar con el paradero del autor del disparo en una calle del centro de Madrid, Mehrez Ayari, de 37 años, un francés de origen tunecino con múltiples antecedentes en Francia, su país de residencia, que el día del ataque cubrió su rostro con el casco de una moto.
La Policía informó el pasado 24 de noviembre de que mantenía abiertas varias líneas de investigación tras constatar que el atentado fue preparado «de manera meticulosa durante semanas antes del día de los hechos», el 9 de noviembre en el centro de Madrid a plena luz del día, «llevándose a cabo vigilancias sobre la víctima, compras de material para su ejecución y reuniones en distintas partes de España».
En la comparecencia ante los medios en un acto celebrado en la Asociación de la Prensa de Madrid, Vidal-Quadras avisó de que no cejará «toda su vida» en su apoyo a la oposición iraní y pidió medidas más contundentes a la Unión Europa como cerrar las embajadas y expulsar al personal que tiene desplegado este país en Occidente.
CONFIANZA EN LA INVESTIGACIÓN
Además, mostró su confianza en la investigación en curso en la Audiencia Nacional y en las indagaciones de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, aunque reconociendo que «no es fácil establecer la relación entre los sicarios detenidos y el régimen de Irán». «Ojalá; en la Justicia española tengo toda la confianza y respeto», enfatizó.
Vidal-Quadras reconoció que desde que apareció en una lista negra de supuestos enemigos de Irán ya se «inquietó», aunque nunca, tampoco días antes del atentado en Madrid cuando regresaba de caminar en el parque del Retiro, «había notado nada ni había recibido amenazas».
En este sentido, agradeció expresamente al Ministerio del Interior su «disposición» para, tras el intento de asesinato, incrementar su seguridad con un dispositivo «muy completo».
Vidal-Quadras relató que el 9 de noviembre, el día del atentado, regresaba de dar un paseo por el parque del Retiro en Madrid en dirección a su casa y, en un momento dado, escuchó una voz de alguien por detrás, muy cerca, que le dijo: «Hola, señor».
El expresidente del PP catalán dijo que giró la cabeza y que fue ese movimiento lo que propició que el tiro no fuera mortal, porque la bala entró por un lado de la mandíbula y salió por el otro. «Fue un milagro», expuso, antes de continuar detallando su aturdimiento y que un ciudadano le taponó la herida con abundante sangre ayudado con su sudadera.
El disparo sonó tan cerca que le afectó a un tímpano y él, en ese momento, pensó que era víctima del régimen iraní como represalia a su apoyo a la disidencia.