El Unicaja de Katsikaris patina en el Príncipe Felipe dando una catastrófica imagen ante un equipo al que había superado hace un mes por 40 puntos (93-82). Lo visto ante el Oostende pasó a ser un espejismo. Los de Katiskaris no estuvieron a la altura de un Zaragoza que no tuvo su mejor partido. La dinámica en la ACB preocupa tanto que es utópico pensar en algo más que no sea la salvación con el antepenúltimo a una victoria.
El ex cajista Deon Thompson fue el encargado de llevar la batuta en los primeros minutos del encuentro. Monopolizó la bola, sacó de la pista a Rubén Guerrero con dos faltas y sumó cuatro puntos de manera consecutiva. Abromaitis desde 6,75 permitía a los de Katsikaris mantenerse en el intercambio ofensivo (10-9, min 5). Mientras que fue Brizuela con 2+1 el que permitió a los malagueños sumar su primera renta con un 0-6 de parcial (13-15, min 7). A pesar del buen periodo, un minuto dejó en el olvido lo anterior. El Casademont necesitó 90 segundos para acabar el cuarto cinco arriba (24-19, min 10).
Alberto Díaz tiró de coraje para frenar una acertada salida del Casademont, que llegó a tener una renta de diez puntos (34-27, min 14). Pero todo iría a peor y es que los de Katsikaris no podían igualar la intensidad ni los porcentajes de los locales. El griego se vio obligado a parar el partido con un cabre monumental (40-29, min 17). Pero ni por esas los malagueños respondían al talante local, que mantuvieron el listón hasta el descanso en un nuevo bochorno cajista (53-38, min 20).
El inicio del tercer periodo refrendó lo visto en el segundo acto. La pasividad defensiva palpable en cada acción de ataque local amartillaba la moral cajista hasta hundirla y dejarla tocada con un margen de +17 (72-55, min 28). Y sobre la bocina Waczynski puso la puntilla antes de los diez últimos minutos (79-60, min 30).
El cuarto periodo fue la crónica de una muerte anunciada. El Casademont estiraba el chicle para tener rentas de hasta 23 puntos (90-67, min 36) para sentenciar un paseo militar en el que el Unicaja no estuvo nunca a la altura, ni maquillándolo para un resultado final de 93-82.
Esta segunda derrota consecutiva del Unicaja deja muy tocado en la clasificación a los de Katsikaris y al propio técnico griego. Los cajistas son 13º, con el antepenúltimo a solo un triunfo. Inaudito en la época moderna de la entidad de Los Guindos.