El escultor e imaginero José Antonio Navarro Arteaga reformará el misterio del Sagrado Decreto de la hermandad de la Trinidad de Sevilla en los próximos meses.
La junta de gobierno de la corporación del Sábado Santo ha constituido una comisión de expertos en teología e historia del arte que ha realizado un estudio y propuesta de finalización del paso del Sagrado Decreto.
Este grupo de trabajo inició sus trabajos el pasado enero con la convocatoria de varias reuniones informativas así como con la supervisión in situ del paso de misterio y se encuentra formada por los siguientes profesionales: Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Artístico de la Archidiócesis de Sevilla; José Roda Peña, catedrático de Historia del Arte de la Universidad; José Ignacio Sánchez Rico, licenciado en Historia del Arte y Máster en Arquitectura y Patrimonio Histórico; Francisco Javier Sánchez de los Reyes, licenciado en Historia del Arte, y Amparo Rodríguez Babío, doctora en Historia Medieval y CC. y TT. Historiográficas.
Navarro Arteaga reformará el paso del Sagrado Decreto de la Trinidad
Tras evaluar el informe emitido en el que se plantean una serie de cuestiones a resolver, la junta de gobierno, reunida en cabildo de oficiales celebrado este lunes 3 de junio de 2024, ha aprobado la reforma del misterio del Sagrado Decreto designando a José Antonio Navarro Arteaga de cara a llevar a cabo la misión de finalización del paso de misterio.
En los próximos meses, el imaginero trabajará en dar forma al conjunto escultórico, preservando las imágenes más antiguas del paso. Además, se procederá a finalizar la orfebrería de los respiraderos del paso, inconclusa desde su diseño en 1994, mediante la realización de ocho cartelas en plata con escenas alusivas al Antiguo y Nuevo Testamento.
Hay que recordar que múltiples autores han participado en este misterio porque Dios Padre es una talla del siglo XVII, Dios Hijo es de Emilio Pizarro, el Espíritu Santo es de Juan Mayorga, San Miguel también es del siglo XVII, la Iglesia dormida se debe al escultor Miguel González en 1940, mientras que los padres de la Iglesia se deben a Dubé de Luque.