La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, ha abogado este jueves por abordar con distintos colectivos relacionados con el turismo de la ciudad la posible regulación de los apartamentos turísticos en la ciudad a fin adoptar una «solución conjunta» que, mediante un estudio previo, permita desarrollar más adelante una ordenanza o un reglamento.
«Tenemos que adaptarlo a la situación actual y además escalarla para una posible evolución», ha observado Vázquez a preguntas de los periodistas, ante quienes ha recordado que ya se han producido reuniones con la asociación de empresarios hoteleros de Almería (Ashal) en este sentido, si bien se espera agendar en breve citas con más actores implicados.
La primer edil almeriense, del PP, se ha mostrado cauta ante las acciones anunciadas por otras ciudades andaluzas como Málaga o Granada al entender que los apartamentos turísticos no cuentan en la ciudad con la misma «dimensión» que en otras capitales andaluzas.
El Plan Municipal de Vivienda, que fue aprobado inicialmente en pleno y que se encuentra en fase de alegaciones, estima que en Almería existen unas 929 viviendas turísticas con 4.088 plazas, si bien durante el último año la ciudad ha experimentado un «espectacular crecimiento del 28%» y muestra una «preocupante tendencia».
El mismo plan incide en que, aunque el 0,92% de las viviendas de Almería están dedicadas al alquiler turístico, el incremento de este tipo de alojamiento entre agosto 2020 y 2023 ha experimentado un ascenso del 58,6%, muy por encima de otras ciudades almerienses como Roquetas de Mar (24,62%) o El Ejido (18,18%) así como de otras capitales andaluzas como Málaga (7,76%) o Granada (-1,14%).
El informe determina así que existe un creciente interés por el análisis de las viviendas turísticas, y en concreto, por los alojamientos que se anuncian en las plataformas digitales y que están alterando el modelo residencial en bastantes centros urbanos de ciudades españolas, puesto que su elevada concentración se evidencia con «consecuencias negativas para las ciudades».
El mayor número de viviendas turísticas se localizan en las zonas de El Zapillo, El Toyo-Retamar y San Miguel Cabo de Gata, aunque la mayor proporción de viviendas turísticas respecto el total de viviendas se encuentra en la zona del casco histórico y en todo el ámbito de La Cañada, El Toyo-Retamar y San Miguel de Cabo de Gata. En el distrito centro, las viviendas turísticas «han crecido cinco veces más que la media municipal».
Respecto a los barrios; algunas zonas del Zapillo tienen la mayor concentración de viviendas turísticas (6,22%), seguido de el Toyo-Retamar (5,75%) y San Miguel de Cabo de Gata (4,49%). El casco histórico refleja un rango en torno al dos por ciento.
En el caso de Granada, se ha activado la innovación de la normativa urbanística por la que a principios de julio se prevé suspender la concesión de nuevas licencias para estas viviendas hasta su aprobación definitiva.
En la misma línea, el Ayuntamiento de Málaga también va a limitar el registro de más viviendas de uso turístico en la ciudad, en tanto apruebe una ordenanza que regulará la zonificación en las zonas y barrios más saturados.
Ambas ciudades han establecido además características singulares para este tipo de alojamientos, que deberán contar con acceso e instalaciones de suministros independientes, entre otros aspectos.
Asimismo, el Consejo Andaluz de Colegios de Administradores de Fincas ha instado a los ayuntamientos andaluces a que comiencen a desarrollar las herramientas de control y limitación de las viviendas de uso turístico porque ya «han transcurrido seis meses desde la entrada en vigor del nuevo decreto de viviendas turísticas aprobado por la Junta de Andalucía», que permite a los consistorios establecer «limitaciones» para «frenar la proliferación de este tipo de alojamientos en zonas tensionadas de las ciudades».