La moda es glamour, fantasía e innovación artística en un mundo cuya competitiva industria está presente en todos los ámbitos del la sociedad.
De todo ello sabe, y mucho, Esperanza González Pazos, que, entre sus distintos cargos, ostenta el de diputada provincial de Málaga y responsable del área de la Diputación de Málaga que apoya desde la Administración Pública, el talento y el diseño local. En las distancias cortas, Esperanza González se muestra cercana, y es que los cargos políticos no están exentos de ser empáticos con los ciudadanos y de mostrarse sensibles ante las necesidades de la sociedad.
González reconoce que llegó a la política “por azares del destino y casi de casualidad”. Desde la Delegación de Desarrollo Económico Sostenible de la Diputación Provincial de Málaga ha tenido contacto directo con la marca Málaga de Moda “talento original” que supone un impulso determinante para los jóvenes creadores que, a través de sus firmas, difunden el sello de moda en el mundo de las tendencias. Pero no solo desde el punto más superficial o visible de la industria sino como un generador de empleo y de sueños de los diseñadores de la provincia.
El proyecto Málaga de Moda ha pasado en apenas dos años, de tener 26 adheridos, a casi rozar actualmente la centena, “un orgullo para la Diputación y para los propios diseñadores”, como reconoce la diputada González, quien afirma que su trabajo es “ayudarlos a través de esta marca institucional para que desde su heterogeneidad (pret -a-porter, alta costura, flamenco, joyería, etc) puedan desarrollar su trabajo y su creatividad”.
Una de las novedades que González Pazos destaca con especial satisfacción -quizá por la complejidad que ha supuesto su puesta en marcha- es el taller de confección en la localidad de Teba. Se trata del taller de confección más tecnológico de Andalucía “y aunque estamos arrancando, estoy convencida de que va a ser todo un éxito”.
Si bien es cierto que el proyecto Málaga de Moda ya lleva algunos años de existencia, la llegada de Esperanza González a la marca ha supuesto toda una revolución por la cantidad de iniciativas e ideas que han aportado un mayor brillo a esta andadura. Ejemplo de ello es el ‘Premio Internacional de Moda David Delfín’, que se va a llevar a cabo a través de La Térmica, en claro homenaje al consagrado diseñador malagueño nacido en Ronda, y que falleció en 2017. Un premio al que se podrá presentar cualquier creador novel de moda, a nivel europeo, y al que se le galardonará con 10.000 euros. La familia de Delfín se ha mostrado “muy agradecida” con la iniciativa que pone en valor a uno de los diseñadores más punteros que ha tenido la provincia de Málaga. La diputada González nos adelanta que se hará una preselección con diez posibles candidaturas participantes y que próximamente se publicarán las bases del certamen.
Exposiciones, desfiles y otras actividades culturales contextualizarán este galardón que viene pisando fuerte, dispuesto a convertirse en una distinción consagrada en el mundo de la moda.
Como diputada representante de la moda, Esperanza González confiesa que uno de los principales obstáculos a los que se ha tenido que enfrentar es precisamente “salir de Málaga capital”. “Cuando yo llegué, la moda no se movía de Málaga, solo se hacían los desfiles locales y provinciales, y dar el salto exterior es el impulso que hacía falta”, añade la diputada que entre risas admite que, sin tapujos, una de sus primeras acciones que lideró fue la participación de promesas malagueñas en la Semana de la Moda de Madrid. Una apuesta que “salió muy bien y que nos llevó a Canarias, la alta costura de París, entre otros muchos eventos de renombre”.
Esperanza González Pazos, considera que “hacer política es hacer las cosas bien para los demás” y hacer la gestión “para todos” al margen del color político, ya que se representa a la sociedad en su conjunto. Tras ello queda la satisfacción del equipo, del trabajo bien hecho, y de la emoción de los diseñadores que agradecen “ese impulso tan necesario”.
A lo largo de estas líneas hemos profundizado un poco más en el perfil de Esperanza González, una mujer incansable, madre y malagueña de la que dicen quienes la conocen que posee las tres cualidades que debe tener un buen político: “Humildad, empatía y sinceridad”. Cuestiones de valor aparte, lo que sí está constatado es que la moda malagueña tiene futuro.
El nivel de las creaciones malagueñas traspasa fronteras y las nuevas generaciones vienen con ganas de aportar su trabajo, llevando por bandera la Marca Málaga de Moda. Esperanza González será una especie de madrina y con “su varita mágica” -cual hada madrina de Cenicienta- espera que su legado y su trabajo se recuerde “simplemente con cariño”.