Llegar a un pueblo de la provincia de Málaga a vivir tiene sus encantos pero también una serie de dudas y dificultades a las que hacer frente en un primer momento, sobre todo para aquellas personas que se mudan sin tener ningún tipo de red familiar en ese nuevo municipio que será su casa.
Para ello, la Diputación de Málaga está trabajando en la creación, este año, de una Red de Pobladores, es decir, una serie de personas que ayuden y asesoren a esos nuevos habitantes que llegan y que «no tienen lazos, ni familiares ni amigos» en el que será su nuevo hogar.
Así lo ha explicado a Europa Press la vicepresidenta segunda de la Diputación, Natacha Rivas, quien ha añadido que es una forma de dar apoyo personal a esos pobladores por parte de personas que en su día también lo fueron. Todo para que la acogida sea lo más cálida posible.
La despoblación es un problema que afecta también a la provincia de Málaga, especialmente en municipios de las comarcas de la Axarquía y Ronda, algunos de los cuales ven cómo año a año su población va mermando, con lo que ello supone también de pérdida de servicios que se prestan.
Hace algo más de un año, la Diputación apoyó a 18 municipios de la provincia que se unieron a la iniciativa ‘Vente a vivir a un pueblo’, una plataforma nacional que promociona vivir y trabajar en los pueblos a través de vídeos y de datos relevantes que muestran las características y las potencialidades de cada localidad. Eso sí, aclaran, no dan ni trabajo ni casa.
Entonces, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, incidió en que Málaga es un territorio que cuenta con un gran potencial vinculado a la economía verde, el agroturismo, la agricultura ecológica, las energías renovables y el turismo de ocio y aventura, vinculado al medio ambiente y al patrimonio natural.
De aquellos 18 primeros municipios malagueños que se sumaron se ha pasado, actualmente, a 36 que se ofrecen como un buen lugar para vivir y trabajar. La pandemia de la COVID, según Rivas, ha ayudado a mirar a los pueblos de otro modo, sin embargo, y pese a que algunas localidades han ganado población en el último año, los datos hay que verlos con perspectiva y esperar a que se consoliden en años posteriores, ha aclarado.
La Diputación de Málaga también tiene en marcha el proyecto ‘Pueblo Acogedor’, cuyo objetivo es establecer conexiones y vínculos emocionales entre las personas de municipios costeros y las de pequeños municipios de interior. Conexiones que por una parte dinamicen la vida en los pueblos y hagan más visible la vida rural, y por otra, que provoquen el «enamoramiento» de personas de ciudad hacia estos pequeños municipios para que se integren y participen de la vida del pueblo en contacto con sus habitantes.
Esta experiencia piloto se puso en marcha en siete pequeños pueblos de la provincia: Alcaucín, Árchez, Benarrabá, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Jubrique y Genalguacil.
Estos pueblos acogedores, a través de sus instituciones, pueden ofrecer a las personas o grupos que deseen ‘adoptar’ su pueblo, su territorio y servicios, la vida cotidiana, las tradiciones e historia que la definen, la personalidad acogedora de sus gentes, senderos en el medio natural, paisajes o proyectos, entre otros. A cambio, las entidades sociales acogedoras proponen la realización en sus pueblos de acogida de diferentes acciones y proyectos que ayuden a dinamizar el municipio en cuestión.