Alcaraz, en el nombre de España: «Estoy jugando por todo un país». El tenista español Carlos Alcaraz recalcó que en el torneo olímpico de los Juegos de Paris 2024 está «jugando por todo un país», tras lograr la clasificación para la final al derrotar al canadiense Felix-Auger Aliassime, por un doble 6-1, en la pista central Philippe Chatrier de Roland Garros.
Poco después de sellar el pase para la final, Carlos Alcaraz miró a la cámara y besó la bandera de España de la camiseta imitando el gesto del escudo tan habitual en los futbolistas al marcar un tanto. Porque Alcaraz así lo siente, forma parte del ‘Team España’, el que está cosechando medallas en busca de las mágicas ’23’ que franqueen a Barcelona’92.
Alcaraz, en el nombre de España: «Estoy jugando por todo un país»
«Obviamente podemos tener objetivos personales, que en este caso para mí era ganar la medalla de oro, pero estamos jugando por España, por todos los españoles para llevar medallas a España y que podamos estar en lo más alto del deporte internacional. Estoy muy contento, y para mí es un honor y un orgullo representar a nuestro país», manifestó en el módulo contiguo a la central del complejo tenístico.
Ya en los días previos, el aspirante a la ‘Triple Corona’ -Roland Garros, Wimbledon y Juegos en un mismo año-, un hito que sólo han firmado dos leyendas en la historia, la alemana Stefi Graff y Rafa Nadal, confesó que se siente distinto a cuando disputa un ‘Grand Slam’ del circuito.
La ambición del murciano no conoce límites, ni siquiera el físico en una semana que ha alternado el cuadro individual con el dobles con Rafa Nadal, y por eso no muda sus hábitos. Tras la victoria frente a Felix-Auger Aliassime, con la ministra de Deportes, Pilar Alegría, y el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, como testigos en uno de los fondos, Alcaraz hizo rodillo para descargar antes de responder a la prensa como se machacan Jonas Vingegaard o Tadej Pogacar tras las etapas del Tour.
«Estoy muy contento de aportar mi grano de arena a España y al deporte español, y de poder llevar una medalla. Pero soy un chico ambicioso y mi objetivo desde principio de año era el oro. Estamos un pasito más cerca y vamos a ir a por ello», advirtió prudente antes de conocer su rival por la eternidad olímpica.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero reconoció que ha vivido una semana «muy intensa», con el doble y el individual, de muchas emociones al lado de su ídolo Rafa Nadal, del que ya ha recogido el testigo para dejar huella en la arcilla de Roland Garros como el balear.
«Hoy he recuperado bastante bien y me he encontrado muy bien físicamente. Pero los días anteriores con el individual y el doble ha habido un momento de bajón físicamente y ahí cuesta un poquito disfrutar del momento», desveló el último ganador de Roland Garros y quien rompió el monopolio Nadal-Djokovic desde 2016.
ENTRENARÁ PARA «NO OLVIDAR JUGAR AL TENIS»
La de este sábado será la única jornada libre en el programa de Alcaraz desde que empezó el torneo de Paris 2024. Y el aspirante a la Triple Corona lo aprovechará para llevar a cabo una sesión ligera, 40 minutos «muy fáciles» para mantener las buenas sensaciones que dejó este viernes contra el canadiense.
«Entrenaré para que no se me olvide jugar al tenis. Iremos muy tranquilos, estaré muy concentrado en descansar y en estar al cien por cien en la final del domingo. ¿El rival? Djokovic siempre es favorito en cada torneo al que va, el nivel que muestra es inmenso, y Lorenzo está teniendo varios meses jugando a un nivel altísimo», analizó.
Alojado en la Villa Olímpica para deportistas en el norte de París, a algo menos de 2 kilómetros del Stade de France en Saint Denis, Alcaraz ha rehuido de las comodidades de los hoteles del circuito ATP y donde la recuperación, el descanso y los horarios son «diferentes» a lo que está acostumbrado.
A veces llega pronto, y otras tarde, y los autobuses, sin aire acondicionado con los que neutralizar el bochorno que aplasta a los olímpicos, extranjeros y parisinos tras las tormentas eléctricas matinales o verpertinas.
«Obviamente no es como cualquier otro torneo porque todo se vive de manera diferente, pero ilusionante. El poder estar y compartir momentos con otros atletas, con otros deportistas, el tener ese respeto que nos tenemos mutuamente como deportistas en todos los ámbitos y verlos ahí competir en sus disciplinas y dar lo mejor de cada uno es una alegría y es especial», destacó.
Asimismo, le hubiera gustado apoyar a deportistas españoles de otras disciplinas en los Juegos, pero no he tenido la oportunidad. «Con el horario que he tenido me ha sido imposible. Pero estamos aquí por un objetivo y era intentar ganar medalla para nuestro país, la de oro y estamos a un pasito de conseguirlo. El objetivo que teníamos a principios de año y el que todos los españoles queríamos», manifestó.
«HE VISUALIZADO EL ORO»
Alcaraz admitió que se ha imaginado ya con la medalla de oro, la que contiene un trozo de hierro de la universal Torre Eiffel, en el cuello para insuflarle ánimos en sus momentos bajos. «Obviamente lo he imaginado, lo he pensado y visualizado. Es algo que me anima y da energía para seguir avanzando y dar todo lo mejor cada día. Estamos un pasito más cerca de que eso ocurra y la verdad es que sería algo muy grande», subrayó.
Y, en el caso de lograrlo, el murciano engrosaría el libro de oro de los Juegos, pues tan sólo otros dos deportistas, la alemana Steffi Graf y el español Rafa Nadal, han sido capaces de enlazar Roland Garros, Wimbledon y Olimpiadas.
«Sé que solo esos dos jugadores han podido conseguirlo. Estamos un pasito más cerca. Y me encantaría que mi nombre también estuviera al lado de Steffi y de Rafa, dos leyendas del deporte en general y del tenis. Vamos a ir a por ello», indicó.
No obstante, al tenista murciano no le nubla la mente pensar en los datos y las estadísticas. «Vamos a intentar evadirnos de todo eso y dar lo mejor de nosotros. Sobre todo, lo que pienso es en hacer disfrutar y que todos los españoles se sientan orgullosos», deseó el primer finalista individual de Paris 2012.
A la capital francesa llegó para sudar la camiseta rojigualda. Y si gana el oro que logró Nadal en Pekín en 2008 se tatuará los aros olímpicos para no olvidar nunca que logró la Triple Corona en la capital francesa, en el nombre de España. «¿Si cae el tatuaje? Lo más seguro es que sí, pero queda un paso, un partido, que es una gran montaña», dijo enfundado en el chándal nacional de Joma para cubrirse de las corrientes de aire del París cambiante.