Agentes de la Policía Nacional han evitado que una mujer de 39 años fuera arrollada por un tren que salía de la estación de El Puerto de Santa María (Cádiz) cuando ésta se encontraba sentada en las vías.
Los hechos sucedieron en torno a las 08,20 horas del pasado jueves 22 de agosto, cuando agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional recibieron un aviso del 091 en el que informaban de que una mujer se encontraba sentada en las vías de tren a la altura del Puente de Avenida Europa.
Hasta el lugar se desplazaron varios indicativos que visualizaron a través de una valla perimetral junto al camino de tierra, a una mujer sentada en las vías y a un convoy desplazándose a gran velocidad en su misma dirección.
Para salvaguardar la integridad de la mujer, al estar «en clara situación de riesgo», los agentes trataron de acceder al recinto ferroviario a la mayor celeridad, percatándose como la mujer se incorporaba y acto seguido salía corriendo en dirección hacia el ferrocarril, que se aproximaba rápido hacia ella.
Sin apenas tiempo de actuación, los agentes lograron acceder a las vías a través de un pequeño orificio de la valla perimetral y tras correr hacia ella, consiguieron interceptarla y retirarla de las vías instantes antes de ser arrollada por el convoy.
Una vez fuera de peligro, los agentes desplazaron a la mujer a un lugar seguro y la tranquilizaron hasta la llegada de los servicios médicos, que tras una primera asistencia y valoración en el lugar, fue trasladada al Hospital donde evoluciona satisfactoriamente.
SALVADO UN HOMBRE DE UN ATRAGANTAMIENTO EN JEREZ
En otra actuación, ocurrida el pasado 21 de agosto en Jerez de la Frontera, un agente de la Policía Nacional auxilió a una persona que tenía obstruidas la vías aéreas al atragantarse cuando estaba comiendo en un bar en el camino de Albadalejo.
El agente, que estaba realizando un patrullaje preventivo por la zona, fue alertado por el dueño del bar, quien le informó que un cliente mostraba signos de asfixia.
El Policía intervino rápidamente y aplicó las compresiones abdominales propias de la maniobra de Heimlich para despejar las vías respiratorias obstruidas por un objeto o alimento.
Según la Policía, la pericia y rapidez del agente sirvieron para que el hombre expulsase el alimento que le obstruía las vías respiratorias, comenzando a respirar de nuevo sin necesidad de ser atendido por personal sanitario.