El Balonmano Dólmenes Antequera llegó a la 10ª jornada en División de Honor Plata con mucha necesidad de puntuar. Colista en la tabla y en racha negativa de resultados, más aún, al haber caído en la última jornada en Lanzarote ante un rival directo por la permanencia. La vuelta al Pabellón Fernando Argüelles era una oportunidad para reaccionar, aunque Horneo EÓN Alicante no era el mejor rival posible al ser un firme candidato al ascenso ASOBAL. Si el reto es difícil, la satisfacción de superarlo es mucho mayor. Pues muy cerca estuvo el equipo de Lorenzo Ruiz de completar la machada en la pista y arrebatarle puntos al encargado de ocupar la segunda plaza antes del inicio del partido. Perdió por 31-32, pero mereció más y el desenlace fue cruel con un lanzamiento al poste de Nico López que completó una actuación brillante en la dirección del juego con 7 goles.
Esta vez sí. El plantel antequerano demostró de lo que es capaz. Compitió con entrega, corazón, actitud y mucho sacrificio para minimizar el potencial de su oponente. Desde el principio se manejó en marcadores cortos y, a pesar de ir por detrás, no le perdió la cara a las acciones del juego. Defendió con intensidad, algo muy necesario para optar a las victorias, y atacó con criterio y con la paciencia necesaria en envites de máxima exigencia. Al descanso, Alicante solo pudo lograr una diferencia de tres tantos (16-19). El escenario de igualdad, entre ambas escuadras, se mantuvo en la segunda parte y se acrecentó en la recta final. Los locales apretaron y creyeron que era posible un marcador favorable y así lo reflejó el marcador. 25-25 en el minuto 45, 28-28 en el 50′, 30-30 en el 55′ y los visitantes tuvieron la fortuna de ganar por un ajustado 31-32. En la última posesión, con posibilidad de empate, Nico López mandó la pelota al palo. Los pupilos de Lorenzo Ruiz merecieron algo más, pero le agradecieron el apoyo a su afición. Si conservan este nivel en próximas citas, los puntos no tardarán en llegar.