Vicente Jiménez Ifergan, coleccionista de arte fenicio, viajó hasta Croacia en su coche, ha alquilado un bus para el traslado y se plantea un segundo viaje.
“No podemos quedarnos sentados sin hacer nada”, pensó este malagueño, que tiene un hijo ucraniano y guarda una estrecha relación con este país. En principio, tal y como cuenta en un comunicado, su intención era recoger a una familia de amigos para sacarlos de la zona de conflicto, pero al llegar a la frontera y ver la situación de los campos de refugiados, decidió hacer todo lo que estuviera en su mano para ayudar a más familias.
Así, en estos momentos está recogiendo a familias de mujeres con hijos que han podido huir de la guerra, con el objetivo de llenar el autobús que ha alquilado y regresar a Málaga. “El proceso no es sencillo”, ha asegurado, pues también está intermediando con entidades públicas para que estas 47 personas puedan ser acogidas a su llegada.
Este malagueño asegura encontrarse “agotado física y mentalmente”, pero ilusionado con la posibilidad de poder ayudar a estas familias. De hecho, debido a la cantidad de personas que ha podido reclutar -más de 60-, ya se plantea la posiblidad de fletar un segundo autobús para el resto.