Los de Ibon Navarro dan un golpe sobre la mesa ante el cuadro rumano, que no había perdido en casa en toda la temporada. Cameron Oliver dominó la pintura para firmar unos memorables 19 puntos y 9 rebotes en su segundo partido con la casaca verde. Bouteille escoltó al norteamericano con 21 puntos y cinco capturas. Los cajistas son líderes del grupo K con este triunfo y obtendrán ese honor si se imponen al Oostende en el último encuentro del Last 16.
Ofensivamente hablando, el inicio de partido del Unicaja fue perfecto. Sustentados en la dirección de Alberto Díaz y los puntos de Bouteille, los de Ibon comenzaron anotando todo lo que lanzaron para sumar más de una quincena antes del minuto cinco de encuentro (10-16, min 4). En ese momento hizo entrada el factor Cameron. El estadounidense dominó la pintura con una contundencia inaudita para los aficionados cajistas que no están acostumbrados a semejante portero físico. A ello se unió la jerarquía ofensiva de Mooney para mantener la renta al final del periodo (17-23, min 10).
La anarquía se adueñó del partido en el arranque del segundo cuarto. Y ahí el Unicaja no podía competir, de ahí la importancia de Cameron Oliver, que sustentó la renta hasta que tuvo que ser sustituido por faltas (29-32, min 13). Ese movimiento fue un tiro en el pie de los cajistas, puesto que deparó un parcial de 13-2 en favor del cuadro rumano (42-34, min 17). Hasta que Oliver no regresó a la pista, el Unicaja fue incapaz de sumar un punto. Y cuando lo hizo, anotó dos tiros libres de los cuatro que dispuso. Además Bouteille volvió a reaparecer para dejar el resultado en un punto al descanso (42-41, min 20).
Kravic y Cameron se echaron el equipo a la espalda para revertir la dinámica con transiciones rápidas (51-54, min 25). Pero los puntos de Richard y Hogue mandaron el partido al último cuarto empatado a todo (56-56, min 30).
Un periodo que arrancó con un parcial de 0-7en favor del Unicaja con un majestuoso Brizuela (56-63, min 32). Alberto Díaz y el show de Cameron regresaron al parqué y dispararon al Unicaja en el marcador para decantar la balanza a su favor con un memorable parcial de 9-17 (65-80, min 36). Los rumanos intentaron maquillar el partido pero no pudieron salvar ni el average con el resultado final de 70-86.
Con este triunfo, y de producirse el mismo resultado final ante el Oostende, el Unicaja será primero del grupo K del Last16. Los de Ibon Navarro tiraron de gallardía y de carácter para revertir la dinámica que arrastra en la competición doméstica. Y es que por fin apareció el Unicaja de siempre, el que todo aficionado cajista quiere ver.
