Nada por aquí, nada por allá. Nada, pero nada de nada.…, la nada absoluta, la que no se ahoga, la que da sentido al vacío…la nada. Aquel enemigo invisible de la Historia Interminable convertida en “arte” fue plasmada por el artista danés Jens Haaning en dos muy ilustrativos lienzos para el museo de arte Museo de Arte Contemporáneo Kunsten de Aalborg.
Dos lienzos como su madre los trajo al mundo recubiertos de una fina capa de aire común de la nadería por los que el paisano de Dahn Vö (el ídolo que ha hecho el cartel para la temporada taurina de Sevilla) se endiñó al bolsillo 83.000 american pavos de forma más sospechosa que la subida de la luz.
Y luz ha sido precisamente lo que he visto aunque el horario no fuese horario reducido. A veces la solución a nuestros problemas se contonea delante de nuestras narices proclamando ¿Quién es tu papi? sin que le hagamos el más mínimo caso. Si las finanzas de la casa grande están pasando por un momento regulero (tiriti tran traun traun) tras dos años sin encajar una sola silla a la Mágala Cofrade, en la genialidad invisible de Haaning tengamos la solución: Museo de la Nada de la Semana Santa.
Estamos desaprovechando un espacio rebosante de exquisita ausencia sin producir un solo euro cuando en el mercado del arte contemporáneo podría alcanzar cifras escandalosamente sonrojantes. Decenas de palets de criaturitas ávidas de interpretar una reflexión sobre la inexistencia haciendo cola para deleitarse por un contundente precio de las excelencias de la nada.
¿Cómo no se nos había ocurrido antes dedicar el museo a su principal no ocupación? Incluso en un giro de tuerca sin precedentes, podemos aprovechar la metáfora para exponer en sus muy ilustres, venerables y desérticas vitrinas aquellas promesas que quedaron en sopa de viento. Los visitantes nada más entrar se toparían con una imponente pared que separa tu vida y la mía, con todo un despliegue de “vamos a abrir la hermandad a tod@s”, “total transparencia de nuestra gestión” , “integración de la mujer en todos los estamentos”, “dar un papel preponderante a la juventud”, “acabar con el enchufismo en los puestos de procesión”. Posteriormente pasar por la sala de las “Soluciones a los tiempos de paso”, la de “pregones escritos sin que nadie los pidiera a la espera de que nadie te nombre pregonero de la Semana Santa”, la “vuelta de los hombres de trono a las filas de vela” y como colofón, la salida del laberinto que te devuelve al punto de partida, le metáfora ignatiusfarraynesca de “O bicho que se devora a se mesmo” la gran sala de la piedra filosofal “¿qué hacemos con el Museo de las Cofradías? …..nada.
