El Hospital Regional Universitario de Málaga ha cumplido esta semana el 25 aniversario del primer trasplante de hígado llevado a cabo en el centro sanitario. Desde 1997 y hasta ahora se han realizado un total de 1.172 injertos hepáticos, lo que ha mejorado la calidad de vida de otros tantos pacientes con diferentes patologías de hígado.
Este jueves se han celebrado unas jornadas en el Hospital Materno Infantil –centro que forma parte del complejo sanitario– en las que se ha abordado el trasplante de hígado, su historia y evolución en el Hospital Regional Universitario de Málaga, y se ha puesto en valor el trabajo de las distintas especialidades que forman parte desde el proceso de donación hasta el alta a domicilio del paciente trasplantado.
A las mismas ha acudido el delegado de Salud y Familias en Málaga, Carlos Bautista, que, junto a la directora gerente del complejo hospitalario, María del Mar Vázquez, ha inaugurado la cita, dirigida a pacientes y profesionales de todas las áreas.
Durante la misma el director de la Unidad de Cirugía General y Digestiva, el también responsable del Programa de Trasplante Hepático en Málaga y que intervino en el primer trasplante, Julio Santoyo, ha explicado cómo ha variado el proceso desde 1997.
«La historia del trasplante de hígado en nuestro hospital comienza en 1991 cuando los cirujanos comenzamos a realizar extracciones de hígado para centros trasplantadores. En 1995 solicitamos la acreditación para ser centro de trasplante hepático y se nos concede a finales de 1996. En la madrugada del 14 a 15 de marzo de 1997 realizamos el primero. Fue un trasplante difícil, de más de nueve horas de duración, finalizamos a las 08.30 de la mañana, exhaustos pero tremendamente felices», ha señalado.
Así, ha subrayado la labor del equipo humano y profesional que trabaja en un trasplante hepático: «Se moviliza una maquinaria de profesionales muy engrasada y muy coordinada en la que participan más de 50 personas, desde los coordinadores que comienzan con el proceso de donación en las UCI o Urgencias, en donde también ya participan los médicos y enfermeras de esos servicios, hasta digestivos, cirujanos, anestesistas, intensivistas, hematólogos, enfermería de hospitalización, quirófanos y UCI, hematólogos, técnicos de laboratorio, celadores o los conductores de servicios de transporte».
En 1997 se realizaron 26 trasplantes de hígado y a fecha de hoy se han llevado a cabo un total de 1.172. Desde entonces, el procedimiento quirúrgico se ha simplificado, pasando de las ocho horas iniciales de cirugía a la mitad, lo que ha reducido las complicaciones postoperatorias y mejorado la recuperación del paciente. Actualmente, la media de estancia de ingreso del paciente es de 15 días entre UCI y hospitalización.
«La técnica quirúrgica del trasplante sigue siendo la misma, consiste en extirpar el hígado entero enfermo, generalmente cirrótico, lo que se denomina hepatectomía total, y el órgano donante se implanta en el receptor uniendo vena cava, la vena porta, la arteria hepática y la vía biliar del órgano donante con las del receptor. Esta cirugía es muy compleja ya que se trata de pacientes con hipertensión portal, alteraciones de la coagulación, y cirugías previas», señala Santoyo.
El trasplante de hígado, añade este especialista, está considerado como una de las operaciones más complejas de todas las cirugías desarrolladas, «por lo que exige de una alta especialización y experiencia, tanto del equipo quirúrgico como anestésico y de enfermería de quirófano, interviniendo, en total, más de diez profesionales en cada uno de estos injertos».
Asimismo, ha señalado que a lo largo de los últimos 25 años la evolución y mejora no sólo se ha vivido en el acto quirúrgico, sino que también ha variado el perfil del donante –más mayores, y la donación en asistolia–, el perfil del receptor –más graves, con más casos relacionados con la oncología–, y nuevas indicaciones del trasplante.
Por su parte, el director de la Unidad de Aparato Digestivo, Miguel Jiménez, ha señalado que el éxito final del trasplante depende en gran medida de una correcta educación del paciente y de la familia, que tienen que implicarse de una forma activa en actitudes higiénicas y de salud mental proactivas. Depende de un seguimiento estrecho por parte de los hepatólogos para corregir desviaciones del curso normal de la salud del paciente, ajustar medicamentos, detectar complicaciones o recurrencias de la enfermedad que originó el trasplante», ha agregado.
Además, el tratamiento antiviral de la hepatitis por virus C ha permitido mejorar y estabilizar la patología en algunos candidatos a trasplante, retrasando el momento del trasplante, y al mismo tiempo, evitar que se reproduzca la cirrosis en pacientes con órganos trasplantados. El éxito del trasplante hepático es lograr que el paciente tenga una buena calidad de vida y un buen funcionamiento del injerto, y para ello es decisivo un buen cumplimiento del tratamiento y un cambio de estilo de vida.
La Unidad de Trasplante Hepático ofrece un programa educativo, llevado por enfermería, diseñado según las necesidades del paciente, con intervenciones educativas y conductuales, que comienza en la fase previa al trasplante. El programa contempla el asesoramiento, apoyo y enseñanza.
Además de aumentar los conocimientos del paciente sobre el proceso, también ayuda a disminuir la ansiedad y el miedo, aumentando la seguridad y confianza en el equipo, y ayudando al paciente en la fase de afrontamiento. Con ello se persigue lograr un buen cumplimiento terapéutico, basado en la adherencia al tratamiento, alimentación y actividad física, contribuyendo así a una buena calidad de vida.
El coordinador del Sector Málaga de Trasplantes, Domingo Daga, ha recordado cómo ha variado el perfil del donante, al incorporar la donación en asistolia, y al aumentar la edad de los mismos. «Los nuevos modelos, como la donación en asistolia controlada o los cuidados intensivos orientados a la donación han significado un reto organizativo, logístico y formativo para los profesionales relacionados con los programas de donación y trasplante que ha proporcionado una nueva vía de obtención de hígados válidos para el trasplante», ha agregado.
Las Jornadas 25 Aniversario del Trasplante Hepático en el Hospital Regional Universitario de Málaga han contado, además, con una mesa redonda titulada ‘Mesa coloquio sobre el presente y futuro del trasplante hepático’, con la participación de Miguel Jiménez, Domingo Daga, la hepatóloga Rocío González, el anestesista Gonzalo Pérez Villarejo y el responsable de trasplantes en la UCI del centro sanitario, Manuel Herrera.
Al término de la misma ha comenzado una mesa, moderada por la enfermera referente de trasplante de hígados, Francisca Arenas, y la psicóloga Verónica Clamagirand, a la que han asistido miembros de la Asociación de Pacientes Trasplantados de Hígado de Málaga (ATHEMA).