El Museo de Málaga, en el Palacio de la Aduana, ya cuenta en su colección permanente con las cinco nuevas obras que ha recibido de la Donación Alzaga –por Óscar Alzaga Villaamil y María Isabel Ruiz Alcaín–, y que, en palabras de la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, vienen a «enriquecer y aumentar» el patrimonio de los andaluces y suponen «un nuevo atractivo para incrementar el poder de atracción turística que tiene Málaga».
La obras, un total de cinco pinturas de maestros antiguos del siglo XVI al XVIII, han sido presentadas este lunes en el Museo de Málaga, en un acto que ha contado con los cuatro intervinientes en la donación. A ellos, la consejera les ha trasladado su agradecimiento por el gesto altruista y les ha invitado a sentirse «muy orgullosos porque gracias a vosotros todos los andaluces vamos a poder disfrutar de estas maravillosas obras que al final son también un gran pilar de riqueza y desarrollo para nuestra tierra».
«Volvemos con una buena noticia para el Museo de La Aduana, para los malagueños y los andaluces», ha dicho la consejera, pues destacado que, «gracias la generosidad», se consigue que todos los visitantes del museo puedan disfrutar de unas piezas que, además de completar el discurso de este espacio museístico, «lo enriquecen, y eso no tiene precio». Pero además, las ha definido como un revulsivo para el patrimonio del conjunto de la región.
Del Pozo ha explicado que esta donación «colabora y facilita mucho la tarea a las administraciones –que es nuestra obligación– de difundir, enriquecer y poner a disposición de los ciudadanos todo nuestro patrimonio artístico». Y es que esta tarea, ha explicado, solo se puede mediante tres métodos: la adquisición por parte de la Administración, las donaciones y «el inestimable trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad de Estado, que también colaboran en recuperar ese patrimonio que anda por ahí y que tiene que estar en su casa», ha apuntado.
Así pues, la consejera de Cultura ha valorado el compromiso de los donantes con Andalucía, destacando que ésta ha sido la Donación Alzaga «más importante que han hecho», pero también a todos los donantes «que nos han permitido enriquecer el patrimonio de los andaluces».
Para Patricia del Pozo, las cinco nuevas obras que se incorporan la pinacoteca malagueña vienen también a reforzar el turismo en la que se conoce como «la ciudad de los museos». «Málaga es una ciudad museo y esto es un gran pilar de riqueza potente», ha valorado, al tiempo que ha explicado que los museos vienen a desestacionalizar el turismo, generando «mucho turismo durante todo el año y riqueza durante todo el año». Así, «estos cuadros constituyen un nuevo atractivo para incrementar el poder de atracción que tiene Málaga», ha asegurado.
OBRAS
La Donación Alzaga supone un total de nueve pinturas que abarcan las escuelas española, holandesa y flamenca desde el siglo XVI al XVIII. Cuatro de ellas se expondrán en el Museo de Bellas Artes de Granada, donde «encajan a la perfección con el discurso de este espacio», y las cinco restantes ya están en el Museo de Málaga.
En concreto, en la pinacoteca malagueña se encuentra la tabla ‘La Purificación’, del pintor español Juan Correa de Vivar, una obra «fundamental» para la comprensión de la transición de los modelos renacentistas a los manieristas y con una «significativa» producción comitencial para localidades toledanas, madrileñas, abulenses y pacenses, ha explicado Del Pozo. En la obra se condensan algunas de las características estilísticas, como la minuciosidad del dibujo, el énfasis decorativo, las formas elegantes y el rico cromatismo.
De Luis de Morales se expone ‘La Virgen con el niño’ (o ‘La Virgen gitana con sombrero’). Se trata de uno de los encargos que el autor ejecutó desde su taller en la ciudad de Badajoz, una obra caracterizada por el tipo de sombrero con amplia ala y adornada de gasas, asociado por la crítica con atuendos gitanos o vestimentas cortesanas de la época.
También se puede contemplar ya ‘El faro de Alejandría en un paisaje con la ciudad’, una obra atribuida provisionalmente al Círculo de Maarten van Heemskerck, autor holandés conocido no solo por sus retratos y pinturas religiosas sino por sus reconstrucciones de las Siete Maravillas, abiertas en grabados.
A esta pintura se suman también dos pequeños bocetos de Antonio González Velázquez, dedicados a ‘Alegorías de la Magnanimidad y la Liberalidad’. Su estilo es heredero del barroco tardío importado a través de Corrado Giaquinto, con el que el pintor se formó en Roma.
