Los cajistas recibieron una soberana paliza del Rio Breogán en el último partido de la temporada. Desde el minuto uno, y como ante el Manresa, el equipo estuvo de vacaciones. Los 55 puntos encajados al descanso dieron muestra del nivel del conjunto malagueño. Con estos 40 minutos, acaba la peor temporada del Unicaja en los últimos tiempos. Un declive que amenaza la estabilidad del club, tanto competitiva como económica
El vendaval local del arranque dejó al Unicaja pasmado. Del 2-5 inicial, se pasó al 23-9 en un abrir y cerrar de ojos. Desde ese momento, ya no hubo partido. Los puntos de Kalinoski cerraron otro cuarto más para olvidar (29-12, min 10).
Mahalbasic y Musa mantuvieron a raya al equipo de Ibon Navarro, dado que en el intercambio de canastas el perjudicado, como siempre esta temporada, fue el Unicaja (53-24, min 19). Un último sereno cajista mandó el partido al descanso con una brecha cerca a la veintena (55-32, min 20).
La vuelta de vestuarios tuvo el mismo guion. El Breogán, con el partido ganado desde el primer cuarto, se dedicó mantener la renta para cerrar el tercer periodo con un +19 (77-56, min 30). Un cuarto que se adjudicó el conjunto cajista con los puntos de Brizuela y Jaime Fernandez.
Un hecho que también sucedería en los últimos diez minutos de la temporada. El Unicaja intentó morir con las botas puestas. Y lo consiguió. Tanto que se puso a diez puntos con cinco minutos por delante (82-72, min 35). A raíz de esta reacción, el conjunto lucense de la mano de Lukovic cerró el último triunfo de la temporada con el resultado final de 93-84.
Con esta derrota acaba una temporada desastrosa. La peor del Unicaja “moderno” que amenaza con mandar al traste el trabajo de las dos ultimas décadas. Pendientes de la renovación de Ibon Navarro, más de un jugador de la actual plantilla no debería ni siquiera volver a poner un pie en la ciudad.