Una crónica anunciada que la desaceleración iba a terminar llegando al boyante mercado laboral. Quizá algunos no la esperaban justo en temporada alta de verano con los turistas extranjeros de vuelta a nuestro país.
De nuevo, el Gobierno ha tenido que encarar varias veces esta semana la cuestión de la recesión: ¿se puede descartar? Al inicio de julio las respuestas eran más tajantes: «No lo veo». «No se plantea». Pero un mes después la vicepresidenta económica sorteaba la pregunta respondiendo que España tiene un “crecimiento económico fuerte”. “Tenemos prácticamente asegurado un avance del 4% del PIB para este año”, aseguraba Nadia Calviño en La Sexta el jueves.
El peor julio de la historia
El dato de empleo del mes pasado sorprendió negativamente: se destruyeron 7.200 puestos de trabajo. Algo totalmente inaudito para un julio. El Gobierno hablaba de «toque de atención». Es pronto para adelantar cómo evolucionarán las dinámicas del mercado de trabajo en los próximos meses, pero el retroceso es claramente una señal de alerta importante.
“El sector servicios no fue capaz de mantener al alza la ocupación”, concluía en una nota BBVA Research esta semana. Hostelería y comercio aumentaron sus cifras de afiliación de forma “particularmente débil si se compara con los meses de julio de los últimos años”. En la segunda mitad del mes el comportamiento del empleo fue «anémico». A este dato hay que sumarle un incremento del paro por segundo mes consecutivo.
FUENTE: NS