El grupo municipal de Unidas Podemos (UPporMálaga) ha alertado de que el centro de Málaga «es un auténtico desmadre noche tras noche, la capital se ha convertido en centro de referencia de toda España para el turismo de borrachera y de despedidas de soltero».
Además, inciden en que «de poco ha servido la sentencia judicial que obliga al Ayuntamiento a indemnizar a unos vecinos por los ruidos y la contaminación acústica a los que se ven sometidos noche tras noche».
La concejala de UPporMálaga Remedios Ramos ha criticado que «ya se venden paquetes turísticos en los que se ofertan a bajo coste despedidas de soltero en nuestra ciudad. Ese no es el turismo que necesita Málaga, porque deja muy pocos ingresos, ni a nuestros comerciantes, ni a nuestros restaurantes, y malogra la imagen de nuestra ciudad, atacando directamente a nuestra industria turística».
«El Ayuntamiento está obligado a controlar los pisos turísticos, los pisos patera turísticos, y debe poner más vigilancia en el centro para garantizar un entorno de ocio seguro y que garantice el derecho al descanso de los vecinos y vecinas», ha señalado en un comunicado Ramos.
Sin embargo, ha continuado, «la única idea que se le ha ocurrido al alcalde, Francisco de la Torre, es dejar en manos de los hosteleros esta regulación. Esto no puede ser, la obligación de controlar y regular la tiene el Ayuntamiento, la tiene el equipo de gobierno, no los hosteleros. Los hosteleros cumplen su función y deben cumplir las ordenanzas, pero quien debe hacerlas cumplir es el Ayuntamiento de Málaga».
Por último, Ramos ha recordado que en el mes de mayo «defendimos una moción ante el Pleno en la que se presentó un paquete de medidas para instar al alcalde a que tomara medidas ante el repunte en el municipio del turismo ‘low cost’, de borrachera y despedidas de soltero, que quebraba la convivencia vecinal, perjudicaba a la industria turística local y proyectaba una imagen negativa de Málaga como ciudad sin control. En el mes de julio alertamos de nuevo sobre esta situación y ahora en el mes de agosto, dos meses después de aquella iniciativa, no hacemos más que constatar esta realidad a la que apuntábamos».
