La Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), ha puesto en marcha un total de 14 proyectos que van a facilitar la incorporación laboral de más de 1.000 mujeres residentes en municipios malagueños de menos de 5.000 habitantes y con necesidades de cualificación o recualificación formativa o profesional.
«Las mujeres participantes recibirán una ayuda de 515 euros una vez finalizada su participación en un itinerario» ha explicado la delegada territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Carmen Sánchez Sierra, que ha asistido este viernes al comienzo de los primeros proyectos puestos en marcha en la provincia malagueña, en concreto en Jubrique.
En dicha localidad, la delegada, acompañada por el equipo de la asociación Arrabal-AID y alcalde, Alberto Benítez, ha conocido a las primeras mujeres que van a participar en el proyecto Abisal, diseñado y gestionado por dicho colectivo y que está dirigido a formar a 104 mujeres del ámbito rural entre el Valle del Genal, Sierra Bermeja y Málaga.
Con la puesta en marcha de esta iniciativa, la delegada ha destacado que no solo se trata de «romper techos de cristal», sino también impulsar el desarrollo local ya que persisten muchas desigualdades en el ámbito rural y es necesario avanzar para «facilitar el acceso a la formación, a relacionarse con las TIC para romper con la brecha digital que todavía existe, buscar oportunidades dentro de sus poblaciones, aprovechar los recursos para poder incorporarse al mercado laboral mediante el autoempleo, mejorar con ello sus vidas y así empoderarse».
El Programa de Apoyo a Mujeres en los ámbitos rural y urbano, ha explicado la delegada, cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros para la provincia de Málaga (11,9 millones para Andalucía) procedentes de fondos europeos en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y los proyectos serán llevados a cabo a través de corporaciones locales, entidades del sector público andaluz o entidades jurídicas sin ánimo de lucro.
Proyectos como Abisal, que arrancan este mes, tendrán una duración de 18 meses y contemplan el desarrollo de itinerarios individualizados que integran acciones de diagnóstico de empleabilidad, acciones de orientación laboral y para facilitar la búsqueda de empleo, acciones formativas de cualificación o recualificación profesional, talleres de competencias transversales, acompañamiento e incentivos a la participación o la incorporación laboral.
En esta primera jornada, desde el equipo de Arrabal se les ha explicado a las participantes que los contenidos que trabajarán estarán relacionados con las energías renovables, el tratamiento de aguas y residuos, los aprovechamientos forestales y agrarios respetuosos con el medio ambiente «con el fin de fortalecer la economía verde sostenible».
Asimismo se incluirán acciones de motivación, activación, competencias muy demandadas en el mercado laboral actual, así como capacitación profesional a través de contenidos que permitan mejorar la situación laboral de cada una de las mujeres beneficiarias y les sitúe en mejores condiciones para el acceso al empleo.
Aunque los objetivos del proyecto son en su mayoría individuales, explican desde el equipo de Arrabal, «también se pretende lograr una incidencia positiva en las zonas rurales de referencias, generando comunidad y fortaleciendo redes de confianza».