Los de Pepe Mel supera al conjunto berziano en un encuentro rocambolesco en el que la fortuna jugó un papel clave. Un tanto de Erik Morán en propia puerta hace que los de Pepe Mel dejen de ser colistas de LaLigaSmartbank. Villalba por fin apareció. Dani Lorenzo cambió el partido entrando desde el banquillo. El malaguismo por fin sonríe.
El Málaga CF vuelve a la senda del triunfo ante la Ponfe (1-0) y gracias en gran parte a la mala fortuna de un ex malaguista como Erik Morán, que impulsó a su propia red un tiro de esquina. Pero en el encuentro pasó absolutamente de todo.
Como en cada partido de esta temporada, el Málaga comenzó cometiendo un error grosero. Pero esta vez los de Martiricos se salvarían por el VAR, que vio como Agus Medina impulsó la pelota a la red con la mano. Todo ello después de uno de los fallos más lamentables que se han visto en La Rosaleda. Un balón sencillo de atrapar, se le escapó a Rubén Yáñez de una forma incomprensible. Aun así, todo terminó en final feliz.
Pero la pesadilla continuaría con otro error. El de Rubén Castro desde el punto de penalti. El canario desaprovechó un lanzamiento desde los once metros que Haitam había forzado tras un golpe de Makaridze en el rostro del marroquí. Ni por esas el Málaga conseguía adelantarse.
Un hecho que sí que se produjo cuando por fin la fortuna se puso del lado malaguista. Los de Pepe Mel se pusieron arriba en el marcador gracias a un favor de la Ponfe, puesto que el ex blanquiazul Erik Morán se introdujo en su propia portería un tiro de esquina ejecutado por Villalba. En ese momento la locura se apoderó de La Rosaleda, que celebró el tanto como si fuera el de la permanencia.
Tras el 1-0, el conjunto malaguista aguantó como pudo las envestidas leonesas. Porque los de David Gallego no cesaron en su empeño de empatar el partido hasta el último segundo, puesto que Yáñez tuvo que hacer acto de presencia para sacar un remate visitante que se colaba en la red blanquiazul.
Con este triunfo el Málaga revierte la dinámica del último mes en el que no había conseguido llevarse los tres puntos. Además abandona el farolillo rojo de la competición. Y es que tras este encuentro, el malaguismo cree más que nunca en la salvación. ¡Sí se puede!
