Un resultado no esperado en la despedida del 2022 en el Argüelles. El BeSoccer CD UMA Antequera trató, por todos los medios, evitar la derrota en el derbi andaluz con el Real Betis FS. Se desfondó en tareas defensivas ante un oponente de lo más preciso en la finalización y, a la hora de atacar, no encontró ni la fluidez ni la inspiración de otros partidos en la Ciudad de Los Dólmenes. No salió nada a pesar de insistir y persistir. La afición, como a lo largo de esta temporada, estuvo de diez. Respondió a la llamada de su equipo, creó un ambiente espectacular en las gradas y animó sin descanso. Este traspié supone un aprendizaje importante que hay que acometer de cara a reaccionar el próximo miércoles en la última batalla de la primera en Tudela ante el Aspil-Jumpers Ribera Navarra. No se aseguraron tres puntos importantes, pero la igualdad de la Liga en la zona media-baja de la clasificación, exige reponerse rápido de este duro golpe y recurrir al gen ganador para acabar el año con una alegría.
Dos dinámicas opuestas se dieron cita en la pista antequerana. Un cuadro anfitrión que, en las últimas cinco jornadas, ha acumulado un empate, dos derrotas y dos victorias. Estas las logró ante Córdoba (3-2) y Levante (4-3) en un mes de diciembre que venía cargado de compromisos a los que había que ir haciendo frente. Por su parte, el conjunto blanquiverde, desde superar a ElPozo (7-4) el pasado 13 de noviembre, no ha podido celebrar un marcador favorable al haber encadenado dos empates y tres derrotas. El duelo entre ambos contendientes arrancó con un tempranero gol cuando a los aficionados no les había dado ni tiempo a ocupar sus localidades. Alvarito disparó a portería y, dentro del área, Pablo Ordóñez apareció en el momento adecuado para empujar la pelota y anotar el 1-0. Vaya manera de iniciar un duelo de lo más exigente.
La reacción del Real Betis FS no se hizo esperar. Encajó a la perfección ponerse tan pronto por detrás en el marcador y, en el minuto 3, Piqueras sorprendió con un espectacular derechazo directo a la escuadra (1-1). Imparable para Chispi. Un lanzamiento letal con el que se volvieron a igualar las fuerzas. A raíz del empate, el plantel de Bruno García impuso su plan de partido con jugadores muy experimentados que saben manejarse en situaciones de máxima tensión y en las que no se permite ningún error. El fallo no está permitido en la élite y jugadores como Lin o Henmi no les quema el balón y toman decisiones, casi siempre, muy acertadas sobre el 40×20. Raúl Sánchez se convirtió en un muro con el que se toparon una y otra vez los guerreros de verde. Las paradas del meta obligaron a ajustar tanto los tiros, que en algunas ocasiones, salían muy desviados como uno de Burrito en una estrategia de falta.
La ofensiva más clara de la primera mitad, con 1-1, tuvo la firma de Daniel Fernández. El cierre madrileño corrió al espacio, con la potencia que le caracteriza, y un pase de un compañero le dejó mano a mano con el cancerbero. No acertó a culminar una salida de presión muy bien hilvanada y, en el segundo intento, tampoco encontró hueco para disparar ni para asistir a Miguel que se sumó a la jugada desde atrás. Las faltas también quisieron su cuota de protagonismo. Ambos equipos alcanzaron las cinco antes del descanso, pero la sexta la competió Aitor al golpear la pierna de Burrito tras un robo de este. El capitán asumió la responsabilidad del lanzamiento de 10 metros, trató de ajustarlo a un lado y a media altura. Raúl Sánchez sacó la mano y evitó el 2-1 a escasos segundos de que los protagonistas abandonaran la cancha y se marcharan a vestuarios.
El guión de la segunda parte, con un resultado equilibrado, demandaba aguantar sin errores, ir creando ocasiones y aprovecha la oportunidad para tomar ventaja dado lo parejo del duelo. Betis se mostró más cómodo y con mayor soltura y lo utilizó para anotar el 1-2 obra de Raúl Jiménez. Un varapalo que pudo solucionar rápido Cobarro. El ala-pívot lo intentó y no pudo batir al cancerbero. Parecía cercano el 2-2 y lo que llegó fue el 1-3 en un despiste defensivo que lo castigó Aitor. El envite se puso bastante complicado hasta que Pablo Ramírez levantó el ánimo con un tanto antes de encarar los últimos 10 minutos. El pívot estuvo hábil, dentro del área, para colocar el pie y desviar a la red un envío de Alvarito. La formación verdiblanca supo resistir sustentada por Raúl Sánchez. Barona sacó a lucir la zurda en un lanzamiento exterior que, al tocar en un defensor, se desvió lo justo para no acabar en la diana del 3-3 con el que hubiera dejado un final trepidante. Se resistió el empate y Tete decidió arriesgar con el ataque de cinco con portero-jugador.
El elenco antequerano empezó a mover el cuero de un lado a otro con un jugador más en fase ofensiva. La zaga visitante se manejó bien en un esfuerzo defensivo que estuvo a punto de desactivar Cobarro. El portero lo evitó. El tiempo se iba agotando y el gol del empate y de la posibilidad de lograr un punto no se produjo. Los resultados de los otros rivales acompañaron, pero el BeSoccer CD UMA Antequera no ganó y no pudo certificar una histórica clasificación a la Copa de España. Tampoco se despidió de su afición con la satisfacción del triunfo. No habrá más fútbol sala en el Argüelles hasta el mes de enero de 2023. Lo que no ha finalizado es la primera vuelta. El próximo miércoles y, permaneciendo aún en la octava posición, los pupilos de Tete se medirán a domicilio con el Aspil-Jumpers Ribera Navarra con una última posibilidad de estar en una competición en la que nunca han participado. El conjunto navarro también persigue esa misma recompensa, por lo que será uno de esos compromisos que se tildan de final a 40 minutos. Un todo o nada para seguir soñando con hacer cosas grandes en la recta final de un 2022 muy especial.
