La chirigota de Murcia se presenta bajo el nombre de La patrulla canina. De la letra se encargan Francisco Javier Sánchez y David Márquez. La música está compuesta por este último.
Se presentan en las tablas del Falla este grupo de pilotos con el avión incrustado y unas gafas de sol. Aterrizando como pueden en el casco antiguo de Cádiz, llegan estos chirigoteros desde Murcia.
El primer pasodoble va muy al tipo y, con metáforas con el vuelo, está dedicado a Cádiz y a su carnaval. En esta letra expresan el cariño que sienten por la ciudad y su fiesta. El segundo pasodoble critica la situación de los sanitarios en España y pide que la clase obrera se una en la lucha.
La tanda de cuplés va dedicada a la corrupción de Juan Carlos I y el otro hace un chiste con la venta de ropa interior usada. El estribillo es ya cantado por el público: «pero el sueldo se nos va volando, volando, volando».
Para finalizar la actuación, la chirigota describe de forma humorística a lo largo del popurrí su paso por la academia de pilotos y las primeras prácticas. La cuarteta final del popurrí es una dedicatoria a la ciudad de Cádiz y a su carnaval.
Se despiden estos curiosos pilotos con papelillos que llueven y un público entregado.