Un testarazo de Einar Galilea sobre el final desató la locura en el templo malaguista, que rozó los 19.000 espectadores en el primer choque en Primera Federación. Los colchoneros consiguieron igualar el tanto de Roberto dentro de un primer tiempo tibio que llevó algún que otro runrún a las gradas de Martiricos. Por fin la afición se llevó una alegría
El Málaga consigue su primera victoria del campeonato en Primera Federación gracias a un testarazo de Einar Galilea en el descuento (2-1). El Atleti B puso en apuros a los blanquiazules dentro de un primer tiempo enrarecido en el que Roberto abrió la lata, pero que Diego Bri igualó antes del descanso.
Y es que la primera mitad fue una montaña rusa de emociones. Porque los blanquiazules salieron con todo al verde de Martiricos y rápidamente se pondrían por delante. Larrubia forzó una pérdida de balón en campo rival que finalmente acabó en los pies de Roberto para llevar el delirio a las gradas de La Rosaleda. Todo era poesía. Todo era alegría. Hasta qué minutos después, y fruto del desorden defensivo malaguista, llegó el empate de Diego Bri, que aprovechó un mal despeje de Alfonso Herrero para mandar a la red el segundo remate.
El descanso amenazaba con enrarecer aún más el ambiente. Y así fue, porque el Málaga no lograba ni ver puerta ni generar ocasiones. Hasta que Ndiane se autoexpulsó a falta de 10 minutos para el final. Ahí el Málaga se tomó un respiro para coger fuerzas y asestar el golpe morral. Que llegó de la testa de Einar Galilea. El central vitoriano anotó el 2-1 en el descuento para delirio de una parroquia que ya se llevaba las manos a la cabeza.
Este triunfo supone el primero del Málaga CF en Primera Federación. Una victoria que relaja algo las aguas que bajaban por Martiricos después de la caída en Castalia.