Los cajistas estuvieron muy cerca de sorprender a los madridistas. Algo sorprendente si miramos los guarismos al descanso, cuando los malagueños caían por 13 de diferencia. La salida de vestuarios cambió el choque por completo. Tanto que los de Los Guindos llegaron a ponerse por delante.
Sin embargo, la sangre fría de Poirier fue fundamental para decantar la balanza del lado merengue. Osetkowski y Will Thomas, con 14 puntos cada uno, los más destacados en el bando verde y morado
El Unicaja cayó con honor ante el Real Madrid (81-88) en la final de la Supercopa Endesa disputada en Murcia. Los cajistas, desconectados en el primer tiempo, cambiaron el chip al descanso para subirse a las barbas de un Madrid que de nuevo estuvo muy cerca de repetir lo de Badalona. Porque Ibon secó a Tavares. Pero no pudo con Poirier ni Campazzo.
Los cajistas sufrieron de lo lindo en el primer tiempo. A pesar de estar sustentados por los puntos de Perry en el arranque, los de Ibon Navarro no pudieron aguantar el ritmo eléctrico y frenético de Facundo Campazzo, que hizo m estragos en la defensa malagueña. Su mando llevó al Madrid a tener una renta por encima de los dos dígitos al descanso (31-44, min 20).
Sin embargo Ibon Navarro leyó la cartilla a los suyos al descanso para regresar al parqué con otra cara. La de un equipo que remontó el choque gracias a su capacidad de competir. Will Thomas y Perry condujeron a los malagueños dentro de un parcial de 25-10 que puso la final al rojo vivo (56-54, min 28). Aunque los madridistas, en el último minuto del cuarto, devolvieron el favor con un 0-7 (56-61, min 30).
Con Tavares cortocircuitado, Chus Mateo recurrió a un acertado Poirier que fue diferencial en el último acto. Su sangre fría fue la base de un Madrid que equiparó el nivel defensivo del Unicaja que a pesar de ir a remolque, lo peleó hasta la extenuación. Las buenas acciones de Osetkowski y Kalinoski pusieron a los de Ibon con una mínima renta (69-67, min 34). Que terminó siendo un espejismo con el regreso del Facu al parqué. Un factor que marcó el final de un choque que se cerró con el resultado de 81-88.
Los cajistas cayeron con honor después de verse fuera de la carrera por el título antes del descanso. Este partido no hace más que reforzar el proyecto. El Unicaja sabe y quiere competir. Lo demostró en Badalona, lo ha demostrado en Murcia y lo hará también a los largo de una larga temporada 2023/2024 en la que, a las primeras de cambio, ha rozado un título.