La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha informado este viernes a los directores de las Unidades de Gestión Clínica de Salud Mental, en el trascurso de la Reunión Salud Mental Andalucía, que ha tenido lugar en Antequera, de los detalles del Programa de Prevención de la Conducta Suicida 2023-2026 que el pasado martes conoció el Consejo de Gobierno.
García, que ha subrayado que el objetivo es reducir la tasa de suicidios e implantar medidas para disminuir el sufrimiento de las personas con intentos suicidas y de sus familias, ha asegurado que se trata de un programa “ambicioso y a la vez viable, que cumple con todos los criterios internacionales de calidad y se ajusta a la realidad de este problema en Andalucía”, donde, en 2021, 849 personas perdieron la vida por suicidio y, en 2022, se atendieron en las Urgencias Hospitalarias 5.042 intentos de suicidios, de los que 392 eran menores.
La titular del ramo, que ha señalado que el documento ha sido elaborado por un grupo diverso de personas de diferentes ámbitos sociales, profesionales y asociativos, ha defendido que, “aunque el Sistema Sanitario Público de Andalucía es el eje nuclear en materia de prevención del suicidio, debemos entender que no es un problema que sólo se puede abordar desde los servicios sanitarios”. De hecho, ha añadido, “este programa apela al consenso y trabajo colaborativo entre administraciones, entidades y asociaciones que deben aunar esfuerzos para luchar contra esta lacra social”.
La consejera ha incidido en que “desde el Gobierno de Andalucía no vamos a escatimar trabajo ni recursos en seguir avanzando en la lucha contra el suicidio y así mejorar la calidad de vida de todos los andaluces”. Por este motivo, ha explicado, “este documento es el primer e imprescindible elemento para que, de una manera coordinada y organizada, se lleven a cabo esas acciones o intervenciones que reduzcan el impacto del suicidio en todas sus dimensiones”.
Partiendo del objetivo general, el programa ha priorizado 12 objetivos que se deben cumplir durante su periodo de aplicación (2023-2026), tales como establecer una estructura de coordinación y seguimiento del Programa; mejorar los sistemas de información sobre conducta suicida; intervenir en la restricción de medios letales; fomentar la comunicación responsable sobre conducta suicida; promover la salud mental y el bienestar emocional; desarrollar formación continuada sobre identificación y abordaje de riesgo de suicidio; impulsar las actuaciones con profesionales de Atención Primaria; identificar y trabajar con grupos de personas en situación de vulnerabilidad; priorizar las actuaciones en población infanto-adolescente; promover las actuaciones de posvención con personas que han perdido a un ser querido por suicidio; implantar y evaluar el Plan de acción en el sistema público sanitario para la prevención, atención y posvención del suicidio; e identificar y capacitar a entidades y personas que atienden líneas telefónicas de ayuda en crisis.
Así, siguiendo las directrices y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la evidencia científica disponible, el programa, coordinado desde el Programa de Salud Mental de la Consejería y la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), desarrolla siete áreas de actuación basadas en los niveles de prevención recomendados por la Organización Mundial de la Salud (universal, selectiva e indicada), detección precoz de riesgo en grupos vulnerables, pero también intervenciones específicas que alivien el dolor de los familiares y personas cercanas a las que se suicidan, adaptadas al análisis de situación en Andalucía, así como fomentar la formación e investigación en suicidio.
La primera de las áreas de actuación es la referente a la coordinación y organización, donde se indica la constitución de un Grupo Motor de desarrollo del Programa y una Comisión Intersectorial de asesoramiento al mismo, además de la creación de la Red Andaluza de Prevención del Suicidio y la organización de comisiones locales de trabajo para favorecer la coordinación y el trabajo en red.
La vigilancia epidemiológica y la investigación es la segunda área de actuación, en la que se incluye la creación de un sistema de registro de conducta suicida, la realización de un mapeo de muertes por suicidio en Andalucía, una página web para difundir datos, evidencia, información y sensibilización; así como el fomento de la investigación sobre conducta suicida en la comunidad autónoma.
En cuanto a la restricción de medios letales, el programa contempla fomentar medidas de restricción de acceso a lugares con alta incidencia de suicidio; aumentar el control sobre medios letales o facilitadores como armas, internet, tóxicos, alcohol y drogas; y desarrollar acciones de sensibilización y prevención con oficinas de farmacia.
La cuarta área de actuación engloba la formación y sensibilización y supone la capacitación de referentes en prevención y profesionales en el 061 y Salud Responde; la formación de las enfermeras referentes escolares, así como a profesionales de Atención Primaria. Además de la realización de actividades de sensibilización y formación con profesionales de medios de comunicación o la realización de campañas de sensibilización, entre otras.
La atención a la población infanto-adolescente sería la quinta área con cuatro acciones concretas: crear un grupo director sobre conducta suicida infanto-adolescente; diseñar un protocolo de atención a la conducta suicida en las unidades de gestión clínica de salud mental; desarrollar trabajo comunitario entre salud mental, atención primaria y centros educativos; y sensibilizar a padres y madres sobre salud mental, gestión de crisis y conductas autolíticas.
La sexta área es referente a la atención a personas en situación de vulnerabilidad y supone implementar actuaciones en el ámbito perinatal, con personas mayores, con personas consumidoras de drogas y alcohol, así como implementar un protocolo de actuación de posvención con personas que han perdido a un allegado por suicidio.
Finalmente, el área referente a la implantación de acciones para la detección y atención de personas con conducta suicida incluye implementar un Código Suicidio en Andalucía y un programa de alta intensidad para determinados perfiles de personas, y diseñar un proceso de asistencia de emergencias prehospitalarias y atención telefónica.
García ha indicado que cada área de actuación plantea una serie de actividades, 35 en total, que se desarrollarán en estos cuatros años. Si bien, para este año se han priorizado 10. En la actualidad ya se está trabajando en el Código de Riesgo Suicida y en una propuesta estructurada de Posvención, atención y acompañamiento de personas en duelo por suicidio.
El viceconsejero de Salud y Consumo, Miguel Ángel Guzmán; el alcalde de Antequera, Manuel Barón; la directora general de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones, Trinidad Rus; la directora general de Humanización, Planificación, Coordinación y Cuidados, Inmaculada Vázquez; el director general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud del SAS, Luis Martínez; el director general de Infancia, Adolescencia y Juventud, Francisco José Mora; el coordinador del PISMA (Plan Integral de Salud Mental de Andalucía), Benedicto Crespo, y los delegados territoriales de Salud y Consumo en Málaga, Huelva, Sevilla, Cádiz y Almería, Carlos Bautista, Manuela Caro, Regina Serrano, Eva Pajares y Juan de la Cruz Belmonte, respectivamente, entre otras autoridades.