La Casa Invisible ha lanzado una carta abierta de apoyo técnico por parte de arquitectos de toda España para defender su modelo de rehabilitación por fases –presentado en 2016–, que permite la permanencia del colectivo en el edificio y las condiciones de seguridad del espacio, que cuenta desde este pasado lunes con 15 días para su desalojo por parte del Ayuntamiento.
Entre los muchos arquitectos firmantes que lanzan esta carta abierta para recabar más apoyos se encuentran profesionales de prestigio, profesores reconocidos o investigadores especializados en rehabilitación como Zaida Muxí, José Seguí, Fernando Vegas López-Manzanares, Rafael Reinoso Bellido, Francisco Javier Castellano Pulido, Pedro Gurriarán, Susana García Bujalance o Eva Morales.
Las adhesiones a esta carta manifiestan su disconformidad con la estrategia que el Ayuntamiento presenta como técnica para proceder al desalojo del edificio, porque no se comparte que el espacio necesite medidas urgentes para garantizar su seguridad. Al mismo tiempo, se apoya el proyecto integral de rehabilitación por fases presentado en 2016, respetando la continuidad de la actividad social y cultural de la Casa Invisible.
El conjunto de la Casa Invisible dispone de una superficie construida de 1800 metros cuadrados, lo que, a juicio de La Invisible, posibilita sectorizar los trabajos de rehabilitación sin riesgo para la seguridad ni interferencias de tipo técnico o constructivo durante el desarrollo de las obras previstas en el proyecto. Además, el carácter y contenido de estas obras no suponen intervenciones importantes de carácter estructural, reduciendo los desmontes o demoliciones a lo estrictamente necesario y limitando así la generación de residuos y el impacto ambiental de la obra.
El proyecto propone una rehabilitación basada en la conservación de las preexistencias, la rehabilitación energética, la accesibilidad y la adecuación a la normativa del edificio de 1876. Así, se propone una ejecución por fases que afectaría de forma progresiva a las diferentes edificaciones que conforman la Casa Invisible.
Según detallan, el seguimiento del estado de conservación del edificio ha quedado también reflejado en los documentos de Inspección Técnica de Edificios (ITE) redactados en los años 2011 y 2018, en los que se indicaba la necesidad de realizar obras de reparación, considerándose, no obstante, que en ningún caso era preciso adoptar medidas urgentes y de forma cautelar ante una situación de riesgo, que, aseguran, no existe.
En este sentido, la última visita de inspección realizada el 7 de julio de 2021 por el Servicio de Conservación y Arqueología de la Gerencia de Urbanismo, realizó un informe técnico por el que el Ayuntamiento justifica la urgencia de desalojo y que La Invisible reclama que se haga público.
Lo que se sabe de este informe técnico es que, aunque las edificaciones necesitan ser rehabilitadas y adaptarse a la normativa vigente, no se estima necesario ejecutar obras de emergencia ni ordenar medidas cautelares; por lo que no ven justificado el desalojo urgente para rehabilitar un edificio que «el Ayuntamiento ha ignorado desde hace años», lamentan.
Por todo ello, la Casa Invisible ha recordado al Ayuntamiento de Málaga y, en especial, al alcalde, Francisco de la Torre, que «recupere el diálogo y la senda acordada para rehabilitar el edificio de manera integral por fases mediante la cesión».
