El río Chíllar, ese paraje natural dentro del Parque Natural de Tejeda y Almijara y que cada verano hace las delicias de miles de personas y familias continúa cerrado. Hace 2 años, el Ayuntamiento de Nerja, avalado por la Junta de Andalucía ordena su cierre por ser un peligro potencial de incendio tras una larga sequía.
Debido a la afluencia masiva de personas a este popular río de la Axarquía, la administración autonómica vio que lo más idóneo para su conservación y para evitar riesgos innecesarios era su cierre y comenzar los trámites para buscar una empresa que gestione el acceso a su cauce con un número limitado de personas al día.
Preocupados por el impacto ecológico
Rafael Yus, miembro de la Junta Rectora del Parque Natural y miembro también de la plataforma GENA – Ecologistas en Acción, asegura que la postura de GENA sigue siendo defender el ecosistema del río y no permitir una explotación turística.
Yus asegura que “para acceder, la gente tiene que pasar por el cauce y el río no es una entidad inerte que se pueda pisotear tranquilamente, sino que existen numerosos seres vivos, algunos ya muy escasos por el periodo de presión al que se han visto sometidos en el pasado”.
Según hemos podido conocer, se ha realizado un estudio de capacidad de carga que aún no ha sido entregado, pero nos asegura Rafael Yus, que según estimaciones, unas 300 personas al día sería la cifra que se está barajando para el acceso al río, cifra que para GENA, sigue siendo muy elevada.
«Nerja solo piensa en la explotación turística»
Como solución a este tipo de problemas, GENA, ha propuesto una actuación tajante como la adoptada por la Junta de Andalucía en el río Cebollón: prohibir el paso de la gente por el cauce. En la Junta Rectora del Parque Natural, aún están a la espera de una reunión para debatir estos temas aunque, nos aclara Yus, “la Junta Rectora del Parque Natural es un órgano consultivo, no toma decisiones”.
GENA sabe que el Ayuntamiento de Nerja está completamente de acuerdo con la propuesta que presenta la Junta de Andalucía, la de controlar el acceso por una empresa privada. Ante esto Rafael Yus se muestra tajante, sentenciando que “Nerja lo único que piensa es en el control y en la explotación turística y no piensa en los problemas medioambientales”.
A día de hoy sigue sin haber una solución clara y lo único cierto es que la decisión final es de la Junta de Andalucía, se supone que consultando primero a la Junta Rectora del Parque Natural, frente a lo cual GENA-Ecologistas en Acción, se reserva el derecho a reclamar en el momento oportuno.