Un aviso de Cártias Córdoba no pone en aviso ante la situación que viven las familias andaluzas. En los últimos meses Cáritas Diocesana de Córdoba ha comprobado que «aumenta el número de familias que acude para pedir ayuda» a la organización caritativa católica en la provincia, «por no poder hacer frente a los gastos habituales de una casa», tales como la luz y el pago de otros suministros, por «el incremento de la factura de luz o la subida de los precios de los alimentos básicos».
Así lo ha destacado la Diócesis de Córdoba en su web, consultada por Europa Press, señalando que dichas subidas en los precios de la luz, la cesta de la compra o el alquiler de la vivienda «están provocando que muchas familias cordobesas estén necesitando ayuda económica».
A este respecto, la coordinadora del Área de Acción Social de Cáritas Diocesana de Córdoba, Soledad Crespo, ha explicado que el perfil de familias que atienden «no necesariamente tiene que ser de familias especialmente vulnerables, pueden incluso ser matrimonios que tienen su trabajo, pero en condiciones tan precarias que no consiguen mantener una buena economía doméstica».
En muchos casos, según ha señalado Crespo, «las facturas de la luz se han triplicado, al igual que la cesta de la compra, que ha visto como suben los precios de productos de primera necesidad hasta convertir esta necesidad en inalcanzable para muchas familias».
Ante ello, desde Cáritas llevan un par de años «canalizando la ayuda de manera económica y no en especies», pues «para una familia es mejor recibir ayuda económica para hacer su compra en función de sus necesidades», además la organización caritativa lo hace «respetando su anonimato, gracias al código QR que reciben en su móvil y que es canjeable en supermercados con los que la entidad tiene acuerdos», de forma que «las familias administran la cuantía y cubren sus necesidades del momento».
La cuestión es que «las facturas de la luz, el agua o el gas butano, entre otras, siguen al alza» y en Cáritas Córdoba prevén que «en los meses venideros la demanda de ayuda se incremente», y ello tras un verano que «ha sido especialmente duro en Córdoba, pues el uso de aparatos domésticos para refrigerar las viviendas no ha sido un lujo, sino una necesidad», pues «en familias con niños, personas mayores o con discapacidad, las altas temperaturas suponen un problema añadido, porque es importante garantizar la calidad de vida de las mismas».
Por ello, desde Cáritas Diocesana de Córdoba hacen un llamamiento a los cordobeses para que sigan ayudando a la entidad con sus aportaciones económicas, teniendo en cuenta que «los cordobeses siempre se han caracterizado por su generosidad con los más necesitados, y las previsiones para este invierno son difíciles».