El sindicato CCOO afirma que «Málaga puede morir de éxito como destino turístico si no se toman medidas urgentes para aliviar la presión del turismo en la Costa del Sol y asegurar su sostenibilidad en el actual contexto de cambio climático».
Se trata de una de las principales conclusiones que han presentado este lunes del encuentro celebrado en marzo con actores clave de la industria turística de Málaga dentro del proyecto ‘Transición energética y movilidad descarbonizada para un turismo sostenible’ que está llevando a cabo el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS-F1M), de la Fundación 1 de Mayo, en colaboración con CCOO y bajo el auspicio de la European Climate Foundation.
Señalan que durante la sesión, fue unánime la opinión de que es necesario reducir la presión sobre los destinos turísticos sobresaturados, limitando el número de turistas cuando la capacidad de carga de éstos se vea superada.
Esto requeriría de una planificación rigurosa en el medio y largo plazo que contemple las capacidades de carga y las limitaciones de recursos de los destinos, las desigualdades de los territorios, las necesidades de los ciudadanos y las externalidades del turismo.
Sin embargo, hubo diferencias a la hora de plantear una moratoria al turismo en un sentido amplio, que comprenda tanto la limitación del número de alojamientos turísticos, como el volumen de visitantes, y paralice el desarrollo de infraestructuras turísticas o vinculadas al turismo.
La problemática de las viviendas de uso turístico fue otro de los puntos en común de las personas expertas consultadas, quienes coincidieron en la necesidad de limitar y controlar este tipo de alquileres estacionales.
Los asistentes mostraron, sin embargo, opiniones encontradas sobre la importancia que tiene en la demanda de agua el sector turístico en los destinos sometidos a estrés hídrico, y en los ritmos para llevar a cabo su gestión.
El proyecto busca lanzar el debate sobre la sostenibilidad del actual modelo de turismo, especialmente en zonas de mayor masificación, con personas implicadas en el sector.
Así, en la jornada celebrada en Málaga acudieron representantes de las administraciones públicas como José Antonio Marín Moyano, jefe de Servicio de la Delegación de Turismo de la Junta de Andalucía en Málaga; Natacha Rivas Campos, delegada de Turismo de la Diputación de Málaga y Ricardo Manuel Fernández de la Cruz, jefe de Servicio del Área de Turismo.
También representantes de la industria, como Javier Hernández Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos); expertos como Antonio Guevara Plaza, decano de la Facultad de Turismo y Enrique Salvo Tierra, decano de la Facultad de Ciencias Ambientales, así como representantes de asociaciones vecinales, grupos ecologistas, partidos políticos y del sindicato CCOO.
El taller celebrado en Málaga es el segundo de los cuatro que contempla el proyecto de ISTAS-F1M. El primero se celebró en Benidorm el pasado mes de febrero y, al igual que el de Málaga, se centraba en el modelo de sol y playa.
Un tercer taller se celebró en Barcelona y analizó el modelo de turismo urbano. El último taller se celebrará en León y analizará la modalidad de turismo rural.
Málaga ha sido seleccionada para formar parte del estudio por ser la capital de referencia de la Costa del Sol, y en el que la industria turística tiene una especial relevancia económica.
Así, en 2022, unas 123.162 personas estaban empleadas en el sector, lo que supone el 18,4% de la población ocupada de la provincia de Málaga. Es además un destino con alta vulnerabilidad a la crisis climática. En la costa malagueña, el 83,6% de la línea interior de playa está urbanizada, lo que incrementa su vulnerabilidad a posibles subidas del nivel del mar y fuertes tormentas, entre otros efectos del cambio climático.