El pasado 31 de mayo, CGT ANDALUCÍA ha vuelto a alzar la voz contra la siniestralidad laboral, un problema endémico, señalan, que afecta a miles de trabajadores en España. Como cada último viernes de mes impar, el sindicato ha realizado dos actos en la comarca de Antequera, reforzando su compromiso de denunciar los incumplimientos de las patronales respecto a las mínimas medidas de seguridad y salud en el trabajo.
El primer acto se llevó a cabo a las 10:30h en plena vega de Antequera, en un terreno donde se está llevando a cabo la recolección de la cosecha de ajos. En este contexto, CGT denunció las condiciones extremas en las que trabajan los jornaleros, expuestos a golpes de calor debido a las altas temperaturas derivadas del cambio climático. Este sector es uno de los más afectados por la siniestralidad laboral, y el sindicato quiso visibilizar la falta de medidas preventivas que ponen en riesgo extremo a los trabajadores del campo.
El segundo acto se realizó a las 12:00h en el centro de la ciudad de Antequera, en la Plaza de San Francisco, frente a la mutua FREMAP. En esta ocasión, CGT llevó a cabo una representación de las víctimas mortales de la siniestralidad laboral, simbolizadas con cruces y ataúdes, denunciando así «la manipulación de estadísticas por parte de las mutuas, que invisibilizan las muertes no inmediatas y las asocian a otras causas». El sindicato acusó a estas empresas de «priorizar la rentabilidad económica sobre la salud laboral y la rehabilitación de los trabajadores accidentados o enfermos».
Desde CGT señalaron que, «la comarca de Antequera no es ajena a esta lacra. Según cifras oficiales, la siniestralidad laboral causa casi un millar de víctimas mortales anualmente en España, aunque datos extraoficiales sugieren que la cifra real es aproximadamente el doble. Además, el número de accidentes laborales con baja sigue en aumento debido a la falta de medidas preventivas en los lugares de trabajo. Uno de los accidentes laborales más mediáticos en Antequera en los últimos meses fue el de un trabajador en la planta del complejo medioambiental Valsequillo, aunque muchos otros accidentes y enfermedades profesionales pasan desapercibidos para la opinión pública».
