Este miércoles 27 de abril Juan Antonio Vázquez ‘Chispi’ anunció en una rueda de prensa concedida en el Pabellón Fernando Argüelles que al término de la presente temporada dejará de ser jugador profesional de balonmano. En el acto el jugador sevillano estuvo acompañado por la directiva del Club Balonmano Los Dólmenes, con su presidenta Lourdes Melero al frente y su entrenador Lorenzo Ruiz, el Ayuntamiento de Antequera, representado por el Concejal de Deportes Juan Rosas, así como sus compañeros del Iberoquinoa Antequera y su familia.
Chispi leyó una carta que arrancaba así: “Ha llegado el momento que ninguno de los que estamos en esto queremos que llegue y a lo que tanto he dado vueltas en los últimos años sobre cómo sería y qué pasaría después de pasar por él. Es una decisión muy meditada y de la que estoy total y absolutamente seguro. Al final de esta temporada dejaré de ser jugador de balonmano y pondré fin a casi toda una vida dedicada a hacer lo que a día de hoy es lo que mejor sé hacer, jugar al balonmano”.
Con una carrera deportiva de 20 años, desde que hiciese su aparición en la máxima categoría del balonmano nacional en 2008 de la mano del BM Ciudad de Almería, Chispi ha jugado en Asobal con el propio Club Balonmano Antequera, BM. Granollers, Puerto Sagunto y Ángel Ximénez Puente Genil, para volver a Antequera en la categoría de Plata en la 2019/2020 y ser uno de los artífices de la vuelta del Iberoquinoa Antequera a la Liga Sacyr Asobal el pasado verano.
“Tengo la suerte de poder decir que dejo el balonmano cuando quiero y no que el balonmano me ha dejado a mí. Lo dejo en donde quiero, en mi Antequera, al que llegué en 2009 por primera vez y en el que ya fantaseaba con poder retirarme aquí. Lo hago rodeado de quien quiero, mi familia, amigos y buenos compañeros que han compartido conmigo estos últimos años”, continuaba el comunicado de despedida de Chispi.
Tras recordar su recorrido y a todas las personas que han formado parte del mismo, Juan Antonio Vázquez ‘Chispi’ concluía su comunicado del siguiente modo: “Me iré orgulloso y con la conciencia tranquila de mi paso por este deporte, creo que lo hago cuando lo tengo que hacer, mi cuerpo dice basta, no puedo seguir aguantando este nivel de exigencia física y mi mente me pide vivir esto desde otra perspectiva. Ha sido un camino largo, más de lo que nunca llegué a pensar, plagado de luces y sombras, pero lo que sí tengo claro es que valió la pena andarlo”.
