Un estudio liderado por un investigador español ha demostrado por primera vez lo que ocurre en el cerebro cuando una persona recibe un tratamiento contra la depresión conocido como estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr).
La EMTr es un tratamiento de la depresión que suele utilizarse cuando otros métodos, como los medicamentos, no han resultado eficaces para el paciente. Se calcula que aproximadamente el 40 por ciento de las personas con depresión grave no responden a los antidepresivos.
Durante una sesión de EMTr, se coloca un dispositivo que contiene una bobina electromagnética contra el cuero cabelludo del paciente. A continuación, el dispositivo emite un pulso magnético indoloro que estimula las células nerviosas de una región del cerebro implicada en el control del estado de ánimo, denominada corteza prefrontal dorsolateral.
Aunque se ha demostrado su eficacia, aún no se conocen bien los mecanismos por los que la EMTr afecta al cerebro. «Cuando empezamos esta investigación, la pregunta que nos hacíamos era muy sencilla: queríamos saber qué le ocurre al cerebro cuando se administra el tratamiento de EMTr», explica Fidel Vila-Rodríguez, profesor adjunto del departamento de psiquiatría de la University of British Columbia (Canadá) e investigador del Centro Djavad Mowafaghian para la Salud Cerebral.
Para responder a esta pregunta, el doctor Vila-Rodríguez y su equipo administraron una EMTr a los pacientes mientras estaban dentro de un escáner de resonancia magnética (RM). Como la RMN puede medir la actividad cerebral, los investigadores pudieron ver en tiempo real los cambios que se producían en el cerebro.
En su trabajo, publicado en la revista científica ‘American Journal of Psychiatry’, el equipo descubrió que, al estimular el córtex prefrontal dorsolateral, se activaban también otras regiones del cerebro. Estas otras regiones intervienen en múltiples funciones, desde la gestión de las respuestas emocionales hasta la memoria y el control motor.
A continuación, los participantes se sometieron a otras cuatro semanas de tratamiento con EMTr y el equipo evaluó si las regiones activadas se asociaban a que los pacientes tuvieran menos síntomas de depresión al finalizar el tratamiento.
«Descubrimos que las regiones del cerebro que se activaban durante la EMTr concurrente estaban significativamente relacionadas con los buenos resultados», destaca el doctor Vila-Rodríguez.
Con este nuevo mapa de cómo la EMTr estimula diferentes áreas del cerebro, el investigador española espera que los hallazgos puedan ser utilizados para determinar qué tan bien está respondiendo un paciente a los tratamientos de EMTr.
«Al demostrar este principio e identificar las regiones del cerebro que se activan con la EMTr, ahora podemos intentar comprender si este patrón puede utilizarse como biomarcador», ha concluido.
Ahora, el doctor Vila-Rodríguez está estudiando cómo puede utilizarse la EMTr para tratar una serie de trastornos neuropsiquiátricos. Ha recibido financiación a través del Concurso de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer del Centro Djavad Mowafaghian para estudiar la EMTr como forma de mejorar la memoria en pacientes que muestran signos tempranos de la enfermedad de Alzheimer.
También ha recibido una subvención de los Institutos Canadienses de Investigación Sanitaria para estudiar si los patrones de activación cerebral de la EMTr pueden detectarse mediante cambios en la frecuencia cardíaca.