El Málaga cayó en un duelo clave por la salvación. El Racing de José Alberto se llevó los puntos gracias, en gran parte, a la enajenación mental de Genaro, que se autoexpulsó al inicio del segundo tiempo. La superioridad sobre el verde fue muro insuperable para los de Pellicer. Que además fueron dominadores durante un magnífico primer tiempo. Ni la actuación de Villalba o Lago Junior bastaron para rascar algo positivo en un día en el que sólo valía ganar.
El Málaga ha dado un paso de gigante hacia Primera Federación después de caer en La Rosaleda ante el Racing de José Alberto (0-1). El tanto de Íñigo Vicente fue la gota que colmó el vaso. Ni con 26.000 almas en la grada, récord de Segunda esta campaña, los malaguistas piden sacar los tres puntos. Y eso que todo, desde el inicio, transmitía buenas sensaciones.
Porque el Málaga salió con todo. Arropado por 26.061 gargantas, los de Pellicer fueron desde el minuto uno a por el partido. Y lo demostraron con ocasiones como para haber abierto la lata en el primer tiempo. Pero tanto Rubén Castro como Lago Junior se encontraron con las paradas de Parera. Porque la superioridad física y táctica era palpable sobre en verde.
El rumbo cambiaría a la vuelta de vestuarios. A Genaro se le cruzaron los cables, como a Luis en Albacete o a Esteban Burgos ante el Oviedo. Porque su entrada sobre Íñigo Vicente fue motivo de expulsión, dejando al equipo con uno menos con todo el segundo acto por delante. Que se haría eterno. Primero porque las llegadas no se materializaban. Y segundo, porque el Racing aprovechó el desconcierto para ponerse en ventaja. Íñigo Vicente conectó con Baturina dentro del área para generar el 0-1 tras una impecable devolución que permitió al extremo batir a Yáñez con un disparo suave y colocado.
Un tanto que dejó noqueados a los de Martiricos, que intentaron reaccionar con más corazón que cabeza. Pero el Racing no dio opción a un Málaga que se hunde en Segunda. Los de Pellicer se quedan ahora a 10 puntos de la salvación con sólo 36 por disputar. Vayan pidiendo velas, porque de aquí a un mes y medio este equipo estará de entierro.
