El 40% de la actividad ganadera de vacuno de carne se asienta en municipios con riesgo de despoblamiento, mientras que el 87% se ubica en municipios rurales, según los datos del informe ‘Análisis del sector vacuno de carne de España’, elaborado por la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno (Provacuno).
En concreto, de ellas, el 29% del total se ubica en zonas rurales con riesgo grave de despoblamiento, que son los que cuentan con menos de 5.000 habitantes y menos de ocho habitantes/kilómetro cuadrado, y el 11% del total en municipios considerados rurales en riesgo de despoblamiento porque tienen menos de 20.000 habitantes entre 8 y 12,5 h/kilómetro cuadrado.
De esta forma, el informe constata que en esas zonas con riesgo de despoblamiento el papel de la actividad de vacuno de carne es esencial, tanto desde el punto de vista económico como social o medioambiental. Así, el 91% de los ganaderos vive en la comarca donde se ubica su granja y el 77% de las compras que efectúan los productores se realizan en esas zonas.
Respecto al tamaño de las granjas, casi el 99% de las granjas tienen un censo inferior a 400 Unidades de Ganado Mayor (UGM), mientras que el grupo de tamaño más frecuente se sitúa entre 20 y 50 animales.
El 86% de las granjas es propiedad de personas físicas y más del 13% restante pertenece a sociedades limitadas, sociedades agrarias de transformación, comunidades de bienes y cooperativas, mientras que menos del 1% de los titulares es una sociedad anónima.
Desde el punto de vista medioambiental, el informe señala que es una actividad esencial para el mantenimiento y conservación de nuestros territorios. La base de la alimentación son los pastos, complementados con piensos, paja y forrajes.
El aprovechamiento de esos recursos naturales, mediante pastoreo, es la garantía del mantenimiento de los paisajes rurales, además de contribuir a desbrozar los montes, contribuyendo a la prevención de
incendios.
