El alcalde de El Ejido (Almería), Francisco Góngora (PP), ha rechazado este jueves el modelo de «convertir los hoteles en centros de internamiento de puertas abiertas» para migrantes procedentes de Canarias en municipios como el suyo, una zona «saturada ya» por la «inmigración ilegal».
«No queremos a miles de inmigrantes abocados a la marginalidad durante años. No queremos el efecto llamada que genera la inacción y a veces la acción de este Gobierno. Queremos que se atienda el interés general», ha trasladado el primer edil ejidense en una extensa rueda de prensa después de que se habilitaran 200 plazas en un hotel del municipio a tal fin el pasado viernes.
Para Góngora, articular un hotel a modo de «centro de internamiento en régimen abierto» supone una «política errática» que únicamente «añade demasiadas dificultades» a una localidad con una alta «presión migratoria ilegal». «El dinero que Europa destina para esas políticas migratorias ahora lo están empleando en alquilar hoteles y desplazar inmigrantes en situaciones ilegales de una zona saturada a otra zona más saturada». Esa es la política de Sánchez», ha afeado el alcalde.
«Que nadie me niegue que la inmigración ilegal no tiene ningún tipo de relación con la marginalidad, porque la tiene y eso es innegable», ha manifestado Góngora, quien ha incidido en que los migrantes que alcanzan las costas de Almería de manera irregular «llegan, se ponen en libertad y campan entre comillas durante tres años», según ha observado, «sin poder trabajar, al menos, legalmente» antes de poder iniciar «un periplo para poder legalizar su situación».
Con este recurso, cree que el municipio está abocado a «recibir más y más inmigración irregular, sin tener en cuenta la capacidad acogida», la «de los servicios públicos y privados» así como «la capacidad de integración», según ha trasladado tras recordar que esta localidad de más de 90.000 habitantes cuenta con «más del 60% de población inmigrante en distintos núcleos».
«No queremos el modelo de la inmigración ilegal. No queremos el modelo de la marginalidad. No queremos el modelo de las chabolas», ha insistido antes de puntualizar que desde el Ayuntamiento se han demolido «legalmente» más de 1.200 infraviviendas y asegurar que, al rechazar estas cuestiones así como las «okupaciones», él no está estableciendo «relaciones». «Los datos son datos y son muy objetivos», ha apostillado al respecto.
«EFECTO LLAMADA CLARÍSIMO»
El regidor ejidense ha arremetido contra el «completo desastre» que, a su juicio, supone la política migratoria del Gobierno, ya que la misma «provoca un crecimiento desmesurado y exponencial de la inmigración ilegal» con un «efecto llamada clarísimo» a través ahora de «narcolanchas express» y con un «buenismo solidario que pierde de vista la viabilidad y la cohesión social».
«Eso es una invitación o lo parece», ha opinado el alcalde de El Ejido, quien ha dado cuenta de que el «lucrativo» negocio de las lanchas rápidas «ha cobrado auge» fruto de la «impunidad» y «falta de medios» para frenar este tipo de prácticas que se saldan, según ha dicho, con detenciones a nivel «prácticamente cero».
Góngora ha aseverado que actualmente «tampoco hay expedientes de expulsión ni repatriaciones» porque el Gobierno los «ha congelado», toda vez que «no se construyen centros de internamiento de inmigrantes ilegales», los cuales cree necesarios aunque, en caso de habilitar alguno, «debería estar centralizado en la provincia».
De otro lado, ha exigido al subdelegado del Gobierno en Almería que «rectifique» sus palabras después de que este asegurara que el primer edil había mostrado «su racismo y su xenofobia desde la casa de todos los ejidenses» al asumir «el discurso más duro y más radical de la ultraderecha» al vincular «los inmigrantes con chabolismo, con inseguridad, con insalubridad y con ocupación ilegal de viviendas».
«Creo que se han columpiado y se han pasado 20 pueblos», ha manifestado antes de pedirle al representante del Gobierno en Almería que «borre de su diccionario la palabra racista» al referirse a El Ejido y al alcalde así como que «no juegue con ese tipo de términos en un municipio como el nuestro, que es el suyo».
UNA «FECHA DE CADUCIDAD» A EJIDOHOTEL
También ha pedido al subdelegado que ponga «fecha de caducidad» al alojamiento orquestado en EjidoHotel «en un ejercicio de responsabilidad, lealtad y de transparencia, primando el interés general de El Ejido», según ha manifestado durante el encuentro con los medios a los que ha invitado a los representantes de la asociación de vecinos ‘Surtidor de Góngora’, de Santo Domingo, porque les han mostrado «su preocupación por la situación».
Así, ha asegurado que él trata de «defender» los intereses de una zona ante una decisión que «no atiende ni a la legalidad ni al interés general». «Le aconsejo que no se siga equivocando, no vaya a ser que se meta en algún lío, no es el camino», ha advertido al subdelegado con el que coincidió esta semana en un acto público en la localidad que no fue convocado por ninguna de las instituciones participantes.
Para Góngora, el subdelegado tiene que «hacerse respetar» y dentro de sus acciones, según ha opinado, debe «trasladar las necesidades, las oportunidades, las inconveniencias» que puede tener un territorio ante decisiones como habilitar un recurso habitacional para migrantes en El Ejido de modo que estas «como mínimo, no perjudiquen» y «a partir de ahí, si puede ser, que vayan mejorando nuestra sociedad».
«Creo que cada uno tiene que atender su responsabilidad y tiene que dar la cara» ha dicho antes de reclamar, al menos, «ser honesto, ser sincero, pelear las cosas que no son buenas para El Ejido», según ha dicho también a la hora de incidir en la falta de medios en la Guardia Civil para controlar las costas almerienses.
LA «COHESIÓN SOCIAL» COMO «RETO»
El alcalde de El Ejido cree que «el principal reto» y «el más complejo y difícil» que tiene El Ejido es «la cohesión social», para lo que «tenemos que remar todos en la misma dirección» y «poner límites», ya que ello no significa, según cree, ser «insolidario».
«Ni siquiera hablo de integración, aunque es un término que se puede utilizar. Que podamos vivir, convivir dentro de una cohesión social y progreso para todos, huyendo de la marginalidad, ese es el principal reto», ha dicho el alcalde, para quien no se puede «perder de vista el interés general y la viabilidad de una sociedad».
Segú el alcalde, en El Ejido apuesta «por la integración y la convivencia al cien por cien trabajando de forma muy trasversal» con la población, «con personas y familias trabajadoras, con sus hijos perfectamente escolarizados, con acceso a todos los servicios públicos, como es la sanidad, la educación, los servicios sociales, la práctica del deporte que han accedido a la vivienda, familias que han progresado y siguen progresando».