El Banco de Sumideros de Carbono, el proyecto de la Diputación de Málaga que promueve la cesión de terrenos de titularidad consistorial para convertirlos en sumideros de carbono mediante su reforestación, ha sumado 600 ejemplares más tras celebrar su segunda plantación de árboles desde que se puso en marcha a principios de noviembre.
Esta segunda jornada ha sido en Ardales, donde se han aprovechado los terrenos de un antiguo vertedero denominado actualmente Parque de la Bandera. La primera plantación tuvo lugar en Valle de Abdalajís, donde a principios de este mes se realizó una repoblación en tres parcelas cercanas al casco urbano que contaban con ejemplares dispersos de olivo y acebuche.
El diputado de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático, Cristóbal Ortega, ha recordado que este proyecto se enmarca en la estrategia de la Diputación de lucha contra el cambio climático a través del programa Málaga Viva. Trece municipios ya se han sumado al proyecto, y Ortega ha animado al resto de los ayuntamientos malagueños, así como a las empresas que quieran cooperar, a sumarse a la iniciativa para reducir la huella de carbono en la provincia.
La jornada en Ardales se ha realizado con 28 alumnos de entre diez y 14 años y profesores del CEIP José Núñez León, además de voluntarios de diferentes asociaciones y personal de Folia Project, la consultora medioambiental que ha intercedido entre ayuntamientos y empresas que quieren reducir su huella de carbono en las dos repoblaciones realizadas hasta ahora. En total se han plantado 600 ejemplares de algarrobo, encina, almendro y olivo.
Para ello se ha realizado un ahoyado del terreno seleccionando las zonas más adecuadas para la plantación y se ha procedido a la colocación de un protector microperforado y biodegradable que no contamine y que proteja las plantas de animales que las busquen como alimento.
El diputado ha adelantado que la reforestación de esta parcela no será la última de este año, ya que están muy avanzadas las negociaciones con dos nuevos municipios que habían ofrecido terrenos y es muy posible que estas plantaciones se realicen antes de final de año.
Mediante esta iniciativa, la Diputación invita a los municipios a la inclusión de parcelas municipales en el Banco de Terrenos para la absorción de dióxido de carbono. Las parcelas y terrenos que los ayuntamientos pongan a disposición de este proyecto deben reunir una serie de requisitos, como ser terrenos municipales de al menos una hectárea y que mantengan ese uso durante un mínimo de 30 años.