El ECDC notifica una muerte por coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio en lo que va de 2024. El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha comunicado que, desde principios de 2024 y hasta el 29 de abril, se ha notificado solo una víctima mortal por coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoVen), en concreto en Arabia Saudí.
De este modo, desde que la enfermedad se identificó por primera vez en Arabia Saudí en abril de 2012, se han detectado más de 2.622 casos de MERS-CoV en 27 países, incluidas 950 muertes.
El ECDC notifica una muerte por coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio en lo que va de 2024
Según el ECDC, en Europa, ocho países han notificado casos confirmados, todos ellos con conexiones directas o indirectas con Oriente Medio. Además, la mayoría de los casos de MERS-CoV siguen notificándose en Oriente Medio.
La fuente del virus sigue siendo desconocida, pero el patrón de transmisión y los estudios virológicos apuntan a los dromedarios de Oriente Medio como reservorio a partir del cual los humanos se infectan esporádicamente por transmisión zoonótica. Se ha producido una transmisión secundaria de persona a persona, sobre todo dentro de los hogares y en entornos sanitarios.
El espectro clínico de una infección por MERS-CoV abarca desde la ausencia de síntomas (infección asintomática), o síntomas respiratorios leves, hasta enfermedades respiratorias agudas graves y la muerte. Un cuadro típico del MERS consiste en fiebre, tos y dificultad respiratoria. La neumonía es una manifestación habitual, pero los pacientes con MERS no siempre desarrollan esta afección. También se han notificado síntomas gastrointestinales, como la diarrea. Un cuadro grave de la enfermedad puede entrañar una insuficiencia respiratoria que requiere ventilación mecánica o soporte vital en una unidad de cuidados intensivos. Las personas mayores, las personas con sistemas inmunitarios debilitados y las personas con enfermedades crónicas, como nefropatías, cáncer, neumopatías crónicas, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y diabetes, parecen estar expuestas a un mayor riesgo de padecer un cuadro grave de la enfermedad.
