El neurólogo del Hospital Universitario Virgen Macarena Félix Viñuela ha participado en un ensayo internacional que ha producido un fármaco que consigue reducir el deterioro cognitivo del Alzhéimer en un 27%, lo que en tiempo resulta traducido en un aumento de calidad de vida de las personas afectadas en una media de tres años. El Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que sufren en Andalucía alrededor de 120.000 personas.
Los «reveladores» resultados preliminares de este ensayo, en el que han participado más de 1.700 pacientes, ha implicado que «The New England Journal of Medicine» se haya hecho eco de los «avances logrados» respecto a una enfermedad que se caracteriza por una degeneración de las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral. Las manifestaciones básicas son la pérdida de memoria, la desorientación temporal y espacial y el deterioro intelectual y personal, tal como ha apuntado el centro hospitalario en una nota de prensa.
«Si bien no se trata de un fármaco curativo, sus resultados son esperanzadores», ya que parece que consigue «ralentizar» el avance de la enfermedad una media de tres años. «El objetivo no es paliar pero sí frenar el avance de la enfermedad y ganar años de bienestar. Hasta ahora, los fármacos eran puramente sintomáticos y este importante ensayo parece que abre la puerta a frenar, aunque sea parcialmente, la enfermedad», advierte el neurólogo del Macarena.
El ensayo continúa y, ahora, se centrará en reducir los posibles efectos secundarios del medicamento. «En cualquier caso, supone un avance en el tratamiento de la enfermedad. Hasta hoy los medicamentos eran netamente sintomáticos», reitera Viñuela. La investigación científica en el campo de esta enfermedad se está centrando en eliminar la presencia anómala de dos proteínas presentes en el cerebro de las personas que sufren Alzhéimer: la beta-amiloide y la tau-fosforilada.
«De hecho, este fármaco experimental está centrado en eliminar una de estas proteínas potencialmente tóxica, en concreto la beta amiloide», informa el doctor. Reducir los factores de riesgo consigue minorar el padecimiento de la enfermedad hasta en un 10%. La enfermedad empieza a desarrollarse hasta 30 y 40 años antes de que afloren los primeros síntomas.
«No hay que esperar a tener una edad avanzada para atenderlos. Hay tres cuestiones que deben abordarse desde una mediana edad: los riesgos cardiovasculares, la estimulación cognitiva y evitar el aislamiento social, ya que de la misma manera que el funcionamiento del cerebro no disminuye su funcionalidad, más bien al contrario, el ánimo bajo, la ansiedad y la depresión no son buenos para el cerebro», recomienda el facultativo del Virgen Macarena.