Triunfo innecesariamente sufrido (1-2). Los de Natxo estuvieron más atinados que los locales, pero jugaron con fuego en el último cuarto de hora. Brandon y Juande capitalizaron las pocas llegadas malaguistas a la meta de Santamaría. El descenso que ya a 10 puntos con esta victoria que corta la racha de siete partidos sin ganar.
Desde el arranque los locales quisieron llevar la voz cantante. Y lo hicieron. El Málaga, en cambio, esperaba a los vascos cerca de la meta de Dani Barrio. Eso sí, por primera vez con orden y sin despropósitos durante una digna primera mitad. Que no es poco. A raíz de dicha tesitura, y en una acción aislada, Brandon tiró de pillería para forzar una penalti de Iker Bilbao, que llegó tardísimo, en la primera y única acción ofensiva de los de Natxo en el primer tiempo. El mismo Brandon canjeó la pena máxima para el 0-1 en un partido con más botín que fútbol por parte de los blanquiazules.
El segundo acto fue prácticamente un calco de los vídeos en los primeros 45 minutos. La SD Amorebieta arriesgó con el balón y el Málaga puso la puntería. En una jugada ensayada, Juande cabeceó un magnífico centro de Vadillo para ampliar las diferencias y sentenciar el partido. Con el 0-2, los de Natxo empezaron a tontear con el balón sin asestar el golpe definitivo, y fruto de ello los locales recortaron distancias con el sensacional remate de Orozco. En un innecesario final los blanquiazules sufrieron el acoso y derribo local, pero sin premio.
Con este triunfo, Natxo consigue su primer triunfo como técnico malaguista y el descenso se sitúa a 10 puntos. Las siete jornadas sin ganar o las mala sensaciones son ya historia. La distancia permite a los blanquiazules poder tomarse un respiro mental respecto a la clasificación, que ya no ahoga tanto
