Los de Pepe Mel volvieron a mostrar una imagen lamentable ante su público. Después de unos buenos 45 minutos, en apenas un cuarto de hora el Burgos desmontó ese castillo de naipes que es a día de hoy este equipo. Lago Junior anotó en su debut como titular. Y Bermejo puso la igualada ante la atónita mirada de la defensa malaguista que quiso tapar la acción con los colores y el escudo. Y realmente no hacen más que pisar una y otra vez el emblema de una entidad que se muere.
El Málaga CF dejó pasar otro tren hacia la salvación ante el Burgos con un desastroso empate (1-1) que deja a los de Pepe Mel en la misma situación o incluso peor una vez que se dispute el resto de la jornada. Todo ello en un encuentro que dominaron durante el primer tiempo y que tiraron en apenas un cuarto de hora tras el paso por vestuarios.
Ambos conjuntos pretendieron controlar el partido desde el inicio. El Málaga con balón y el Burgos con un espectacular rigor táctico. Sin llegadas ni ocasiones, que todo sea dicho. Hasta que se le quedó botando a Lago Junior. Y es que tras una buena acción por derecha, con centro incluido, el “7” malaguista aprovechó un balón que había quedado muerto para hacer el 1-0 y llevar la fiesta a las gradas de La Rosaleda. Justo antes del descanso, cuando duele.
Sin embargo el paso por vestuarios cambió sin duda la dinámica del encuentro. El Burgos modificó su esquema de cinco defensas y los de Calero comenzaron a practicar un magnífico fútbol. Unas sensaciones que materializaron en una incursión de Areso que encontró a Bermejo dentro del área para poner plácidamente el empate en el marcador. Todo lo construido en el primer tiempo, el Málaga lo tiraba por la borda en apenas un cuarto de hora.
Tras el gol, el Burgos siguió a lo suyo y estuvo cerca de llevarse el triunfo si hubiese estado algo más atinado en el último tercio del campo. La afición, ante otro bochorno, comenzó de nuevo a clamar contra Manolo Gaspar, que fue sin duda alguna el señalado.
Este empate deja al Málaga a cuatro de la salvación con todos los rivales por la permanencia sin haber disputado sus respectivos encuentros. Las sensaciones son de estar muerto.
