Los de Guede caen ante el conjunto burgalés dando una lamentable imagen. El solitario tanto de Rubio en el primer tiempo fue más que suficiente para los castellanoleoneses. Ni con La Rosaleda a reventar, donde estuvieron 25.389 aficionados dejándose la garganta. Aún así, los resultados de Amorebieta y Real Sociedad B permiten a los malaguista conseguir la salvación matemática. El templo de Martiricos los despidió al grito de «¡Jugadores, mercenarios!»
Empujados por La Rosaleda, el Málaga salió a por todas y se notó. En la primera, Vadillo pudo adelantar al conjunto malaguista de no ser por la tardanza en la ejecución. Un defensor burgalés tapó el disparo para desesperación blanquiazul. Que se llevaría otro varapalo al anular el colegiado Vasco Jon Andes González una tanto de Chavarría por fuera de juego tras haber sentado al meta Caro. Para más inri, el Burgos avisó con un cabezazo al larguero. Y decimos avisó porque en la siguiente llegaría el 0-1. En una jugada de laboratorio, los de Calero se adelantaron en el marcador por medio de Rubio, que solo tuvo que empujarla. Pero ni por esas se rindió La Rosaleda, que siguió alentando al equipo con la misma intensidad.
Aun así, Guede intentó zarandear el árbol dando entrada a Víctor Gómez, Ramón, Sekou y Roberto. A raíz de estas modificaciones los malaguistas empezaron a cercar la meta burgalesa, aunque sin generar ni una ocasión clara de gol. Incluso saltó al verde de Martiricos Loren, para debutar esta temporada. Pero ni por esas. Además cada acercamiento o contraataque del Burgos generaba un murmullo latente durante toda la campaña. Ni el acoso y derribo final permitió a los blanquiazules sacar un punto. Pero sí la salvación.
Con derrota despide el conjunto malaguista la temporada en La Rosaleda. Donde no gana un partido desde el 20 de noviembre. La afición los despidió como muchos se merecen, a gritos de «Jugadores, mercenarios».
