Está claro, tenemos un problema. En las últimas semanas estamos escuchando, viendo y sintiendo que algo falla. Lo sabemos, de verdad. Las cofradías se enfrentan, aparentemente, a uno de sus peores años en cuanto a las cifras de representación. Sin embargo, el que se sienta sorprendido a estas alturas es, sencillamente, que no vive en este mundo.
Que sí, que “las cofradías deberían blablabla”, que “la desafección de blablabla” y que “mimimi”. El problema es grave y tú lo quieres solucionar usando condicionales a menos de un mes de Semana Santa. Pero, ¿acaso no nos invitan a vivir en una realidad paralela? El racaraca de datos sin fundamento como los que se han usado desde la Agrupación de Cofradías son la venda en los ojos de los cofrades.
Ni hay 80.000 hermanos de cuotas, como se afirma machaconamente y ni -en sabe Dios qué cuenta mágica- la mitad de los ciudadanos se consideran cofrades. Habría que revisar los discursos triunfalistas, las realidades paralelas falsas. Porque vivir en el metaverso no sirve para los cofrades. Instalarse en la virtualidad de San Julián lleva a los crédulos a creer en una realidad paralela.
De un lado los discursos apocalípticos, de otros los triunfalistas y en mitad de todo ese ruido, la realidad. Estamos jodidos, sin duda. Pero me está sorprendiendo sobremanera reconocer a esa figura, o mejor dicho, al Figura. Si en este tipo de columnas venimos a rajar de los cuaresmeros, de los politicofrades o de diferentes personajes, ¿por qué no hablar de él, del Figura?
El Figura es el rey mago de la Semana Santa, porque trabaja tantos días al año como ellos. ¿Acaso no trabajar en una cofradía implica que la opinión del Figura sea menos válida? Bueno, depende a quién le preguntes. No seré yo quien juzgue por la cantidad de trapos harapientos y alpaca rebozada en Luis XIII, pero es que El Figura es todo un genio. Raja en etéreo, aconseja en abierto, propone sin límites, pero balbucea cuando le haces una sencilla pregunta: “Y tú, ¿qué haces?”
El metaverso cofrade, como vemos, regala a mucho personaje diferente. Entre el demonio apocalíptico, el querubín mentiroso y El Figura, tenemos para no aburrirnos. Y ahora, respóndeme: “Y tú, ¿qué haces?”
F.J. CRISTÓFOL
