El Observatorio Astronómico de Calar Alto, ubicado en Gérgal (Almería), ha registrado en la madrugada de este lunes una aurora boreal, una imagen capturada gracias al astrónomo Samuel Góngora.
El centro astronómico, el más grande de Europa, ha acompañado la imagen en sus redes sociales de un vídeo en el que se puede ver «muy levemente» la aurora boreal por encima de las luces nocturnas.
Cabe destacar en en mayo de 2024, España vivió una noche de tormentas geomagnéticas severas que permitieron que en varios puntos del país, como Cataluña, Madrid, Valencia, Mallorca o Andalucía, se observaran auroras boreales, un hecho «muy poco habitual» en la Península. En el caso de la comunidad andaluza, donde mejor se observaron fueron en Cádiz y en Almería.
Según la información de la Aemet, la aurora boreal es un fenómeno de electricidad atmosférica consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos, bandas o cortinas, entre otros. Al contrario que los fenómenos meteorológicos habituales, se forman más arriba de la troposfera, a una altitud de entre 90 y 150 kilómetros.
El Observatorio Astronómico de Calar Alto, ubicado en Gérgal (Almería), ha registrado en la madrugada de este lunes una aurora boreal, una imagen capturada gracias al astrónomo Samuel Góngora.
El centro astronómico, el más grande de Europa, ha acompañado la imagen en sus redes sociales de un vídeo en el que se puede ver «muy levemente» la aurora boreal por encima de las luces nocturnas.
Cabe destacar en en mayo de 2024, España vivió una noche de tormentas geomagnéticas severas que permitieron que en varios puntos del país, como Cataluña, Madrid, Valencia, Mallorca o Andalucía, se observaran auroras boreales, un hecho «muy poco habitual» en la Península. En el caso de la comunidad andaluza, donde mejor se observaron fueron en Cádiz y en Almería.
Según la información de la Aemet, la aurora boreal es un fenómeno de electricidad atsmosférica consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmófera en forma de arcos, bandas o cortinas, entre otros. Al contrario que los fenómenos meteorologícos habiturales, se forman más arriba de la troposfera, a una altitud de entre 90 y 150 kilómetros.