El precio de la vivienda se encareció un 1,1% en mayo en comparación con el mes anterior y subió un 8,4% en relación a igual mes de 2021, según los datos publicados este lunes por Tinsa, que ha destacado que el precio de la vivienda acumula ya 11 meses consecutivos de alzas interanuales «de intensidad creciente».
Las capitales y las grandes ciudades fueron las que registraron en mayo la mayor subida mensual de los precios de la vivienda, un 1,2%, seguidas de las áreas metropolitanas (+1,1%); el resto de municipios (+1%); la costa mediterránea (+0,2%) y las islas (+0,1%).
La directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, ha destacado que en mayo se sostuvo el impulso de los precios en los principales polos de actividad. «Los grupos de capitales y grandes ciudades y áreas metropolitanas, que fueron los que más tardaron en recuperar los niveles previos a la pandemia, son los que crecen en mayo con mayor intensidad», ha añadido.
En todo caso, Arias ha advertido de que la persistencia de la inflación erosionará el poder adquisitivo de las familias y endurecerá la concesión de hipotecas. Ello, unido a la subida de tipos por parte de los bancos centrales, «impactaría en las decisiones de compra de vivienda, desacelerando la demanda y suavizando con ello el incremento de los precios del producto residencial», ha asegurado la directora del Servicio de Estudios de Tinsa.
En valores interanuales, es decir, en comparación con mayo de 2021, todas las zonas presentan aumentos significativos en los precios. El mayor repunte, del 8,9%, corresponde a las áreas metropolitanas. Les siguen el resto de municipios (+8,8%); las capitales y grandes ciudades (+8,2%); la costa mediterránea (+6,8%) y las islas (+4,7%).
Desde el mínimo registrado tras la crisis financiera, en febrero de 2015, el precio medio de la vivienda nueva y usada se ha incrementado un 31%. En el caso de las capitales y las grandes ciudades, la subida es del 37,5%, mientras que en las áreas metropolitanas la evolución de los precios es del 30,2%.
Si se compara con el máximo de 2007, los precios han bajado un 21,9%. La brecha es mayor en la costa mediterránea, donde los precios de la vivienda se mantienen un 33% más bajos que en 2007.