El PSOE en la Diputación de Málaga ha presentado reclamaciones al presupuesto de la institución provincial para el año 2022, que se prevé aprobar de manera definitiva en un pleno extraordinario telemático este jueves, 30 de diciembre, por valor de 39 millones de euros.
En ellas, los socialistas reclaman un incremento de la inversión social así como de los fondos contra la despoblación y las transferencias a los ayuntamientos de la provincia.
El portavoz socialista en la institución provincial, José Bernal, ha señalado que la inversión social «es el punto de mayor discrepancia con estas cuentas». «Mantenemos el grueso de nuestras reivindicaciones para que la Diputación de Málaga cree una red de centros de estancia diurna, para personas con alzhéimer, residencias de personas mayores y coopere con las asociaciones de familiares en programas que contribuyan al bienestar de esta población», ha expuesto.
De esta forma, el PSOE propone aumentar la partida de centros y establecimientos sociales en 6,4 millones para financiar la ampliación de la Residencia San Carlos (Archidona), inversiones en la residencia y centro cívico San Juan de Dios (Antequera), el Centro de Alzheimer de Coín, el Centro de Alzheimer de Benalmádena, el Centro de Alzheimer Comarca de Antequera, la residencia de mayores de Faraján, la de Almáchar, la residencia antiguo hospital de Ronda, la construcción del centro de estancia diurna de Cártama, la finalización de obras de la residencia de Cortes de la Frontera y el proyecto de residencia de mayores en Gaucín.
A juicio de los socialistas, la Diputación «tiene que colaborar en la mejora de la calidad asistencial en salud», por lo que proponen un programa propio de infraestructuras sanitarias de la provincia dotado con dos millones de euros.
«La Diputación de Málaga no puede permanecer al margen de lo que es en estos momentos la principal demanda de la ciudadanía malagueña. Planteamos la puesta en marcha de un plan de consultorios y centros de salud en pueblos menores de 20.000 habitantes, que es donde tiene su principal competencia y verdadera razón de ser la Diputación», ha resaltado Bernal.
También ha advertido el portavoz socialista de la «ausencia» en el presupuesto de medidas para mejorar la salud mental de la población malagueña, «toda vez que esta pandemia ha afectado a tantas personas y ha hecho aflorar en la opinión pública un tema social que estaba arrinconado». Por ello, el PSOE propone la creación de un nuevo programa de apoyo a la atención de la salud mental dotado con 500.00 euros.
Bernal ha sostenido que tampoco son suficientes los recursos destinados por el equipo de gobierno a políticas de protección social, ayudas de emergencia y asistencia a familias, «sobre todo ante el escenario incierto de la evolución de la pandemia y sus posibles efectos económicos».
Por ello, entre otras propuestas, los socialistas proponen aumentar en 400.000 euros las ayudas a familias en riesgo de exclusión social y afectados por COVID, poner en marcha un programa para el apoyo de la población sin hogar (200.000 euros) o destinar 600.000 euros a las entidades locales menores de 20.000 habitantes para la atención social de la población.
MÁS SUBVENCIONES A COLECTIVOS FEMINISTAS
En otro orden de cosas, el PSOE ha planteado un incremento de las subvenciones a los colectivos feministas de 500.000 euros «para cerrar la brecha de desigualdad que sufren las mujeres, doblemente, que viven en pequeños pueblos».
Solicitan, asimismo, un plan de empleo para mujeres rurales dotado con un millón de euros para «hacer frente al problema de la despoblación que sufren los pequeños municipios de la provincia». Junto a este plan, para ayudar a mitigar los efectos y revertir el proceso de pérdida de habitantes de casi el 80% de los pueblos malagueños, el PSOE propone un plan de empleo para personas desempleadas de larga duración, así como otro de empleo juvenil y el refuerzo del Plan de Primera Oportunidad.
A estos planes, hay que sumar la puesta en marcha de uno de inversiones contra la despoblación (2.000.000 euros), un plan especial contra la exclusión financiera de zonas que sufren despoblamiento (500.000 euros) y la mejora de la conectividad digital mediante un plan de implantación de la fibra óptica (1.000.000 euros). «La lucha contra la despoblación es uno de los grandes ejes de las reclamaciones del PSOE al presupuesto», ha recalcado Bernal.
El tercer pilar de las reclamaciones socialistas a las cuentas provinciales para 2002 es la financiación municipal: «La Diputación debe cumplir con su compromiso de aumentar las transferencias a los ayuntamientos en el marco del plan de asistencia y cooperación». Por ello, se propone aumentar las transferencias al Plan de Asistencia y Cooperación –antigua concertación– (3.000.000 euros) y crear un fondo de liquidez de un millón de euros.
Además, se introducen partidas para cooperar con los municipios afectados por temporales y catástrofes naturales, así como la mejora de caminos rurales vecinales. «Son muchos los ayuntamientos que reclaman proyectos de mejora del espacio público, equipamientos culturales e infraestructuras básicas, como la depuración de aguas, los cuales han sido incluidos en estas reclamaciones», ha afirmado Bernal.
«Nuestras reclamaciones tienen un ánimo constructivo y propositivo y se presentan con un afán de reforzar el papel de la institución en el bienestar de la ciudadanía malagueña», ha concluido.
El pasado 26 de noviembre, la Diputación de Málaga aprobó de forma inicial el presupuesto consolidado de la institución para 2022, que asciende a 352,3 millones de euros y que movilizará para la provincia un total de 236,65 millones de euros en inversiones y transferencias, incluyendo los 100 millones del préstamo solicitado este año y que se invertirá el próximo ejercicio.
El presupuesto consolidado incluye a la propia institución, al Patronato de Recaudación Provincial y a la empresa pública Turismo y Planificación Costa del Sol. Las cuentas contaron con el voto a favor del PP, del diputado no adscrito Juan Cassá y del diputado de Ciudadanos Juan Carlos Maldonado. Asimismo, el PSOE se abstuvo mientras que la confluencia de IU y Podemos votó en contra.
