Profesionales del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva y de Atención Primaria abordan en las II Jornadas Multidisciplinarias de Hiperlipemias los avances en la valoración, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las personas que viven con hipercolesterolemia (colesterol elevado) para mejorarles la vida y disminuirles los efectos adversos. Un foro práctico de actualización organizado por el servicio de Medicina Interna del Hospital, en colaboración con los servicios de Endocrinología y Nutrición, Laboratorio, Cardiología y Farmacia.
Especialistas del Hospital Juan Ramón Jiménez y de Atención Primaria abordan los avances en hipercolesterolemia
Según ha indicado la Junta en una nota de prensa, la hipercolesterolemia constituye la principal causa del desarrollo de infarto agudo de miocardio e ictus y que las defunciones por enfermedades isquémicas del corazón y del cerebro alcanzan el 27,1% –última publicación del INE–.
Asimismo, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de discapacidad, deterioro de la calidad de vida y mortalidad en la sociedad española. El origen de estas enfermedades se relaciona directamente con los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y la elevación del colesterol, siendo este último factor el que más incide en estas enfermedades.
En este sentido, el jefe de Medicina Interna del Hospital, Javier Carrasco, ha explicado que los objetivos de estas jornadas «no solo tienen interés científico, sino también organizativo», ya que «contribuyen a optimizar la compleja coordinación de las diferentes especialidades que trabajamos de forma multidisciplinar para seguir mejorando la vida de las personas con hipercolesterolemia».
«Nuestra labor está dirigida a detectar la hipercolesterolemia lo antes posible, evaluar el riesgo individual de tener una enfermedad cardiovascular para ofrecer el mejor tratamiento disponible y evitar que las personas desarrollen un infarto cardiaco y/o un ictus a lo largo de su vida. Para aquellas personas que ya hayan tenido una enfermedad cardiovascular, planificar el tratamiento para adecuar su nivel de colesterol y evitar un nuevo evento cardiovascular en el futuro», ha indicado.
Al respecto, ha señalado que diferentes unidades intervienen, desde la atención primaria, donde se realizan los cribados de personas para detectar nuevos casos y el tratamiento inicial, hasta la unidad específica de lípidos, donde médicos especialistas en medicina interna tratan pacientes complejos con terapias avanzadas, además de la labor de prevención secundaria que realizan los cardiólogos y neurólogos cuando atienden pacientes con infartos o ictus.
El especialista ha asegurado que otros profesionales «también son fundamentales» en el control del colesterol como los endocrinólogos, ya que la diabetes se asocia directamente a la hipercolesterolemia; los profesionales del laboratorio, que proporcionan las analíticas; o los genetistas, que dan información sobre los casos de origen genético –de gran importancia para el estudio de los descendientes y porque la hipercolesterolemia se manifiesta en la juventud–.
Por último, y no menos importante es la labor que realizan los profesionales de farmacia, que ayudan a la toma de decisiones a la hora de encontrar las combinaciones farmacológicas adecuadas para el correcto tratamiento de la hipercolesterolemia. No solo los facultativos están implicados en esta cadena, sino que otros profesionales participan como técnicos de laboratorios, enfermeras y educadores.
La hipercolesterolemia está directamente relacionada con el estilo de vida y la calidad de la alimentación. El sedentarismo y una dieta donde abunden las grasas saturadas condicionan el desarrollo de factores de riesgo cardiovascular, en especial la elevación del colesterol. Sin embargo, hay personas que tienen un importante componente genético, y a pesar de una vida saludable tienen niveles de colesterol elevado. Por eso es fundamental conocer el nivel de colesterol para poder tener una salud cardiovascular adecuada, especialmente si se tienen antecedentes familiares de hipercolesterolemia.
El colesterol daña las arterias no solo por la cantidad en sangre, sino también por el tiempo que esté elevado. Los especialistas recomiendan hacer ejercicio y seguir una dieta cardiosaludable, como la dieta mediterránea, a pesar de lo cual en numerosas ocasiones se necesitará tratamiento farmacológico para mantener un adecuado nivel de colesterol que dependerá de nuestro riesgo vascular.