El baloncesto malagueño está de luto. Alfonso Queipo de Llano falleció en la tarde del domingo a los 84 años. El padre del baloncesto malagueño llevaba ingresado unas semanas ingresado en el hospital a consecuencia de complicaciones derivadas por el COVID – 19. Su fallecimiento deja un hondo pesar no sólo en el mundo del baloncesto, sino también en el mundo de la cultura. Alfonso era un referente en el arte del flamenco y de los verdiales.
Alfonso Queipo de Llano lo fue todo en el baloncesto malagueño, a los 14 años agarró un balón de baloncesto en el patio del Colegio de Los Agustinos y entendió que ahí estaba su vida. Cuando este deporte era practicado por sólo unos pocos jugadores, Alfonso lo elevó a la referencia que es hoy en día entre los malagueños.
Tras el bachillerato, Alfonso estudió en Madrid donde fue conociendo aún más el ambiente del baloncesto. A su regreso a Málaga fue pieza clave en la creación del ADEMAR Maristas junto al Hermano Lucidio. Pronto entendió que para que el baloncesto creciera tenía que pensar en grande y tener una mayor fuente de ingresos, de ahí salió la colaboración el C.D. Málaga que adoptó el baloncesto como una sección propia y les permitió hacer una pista en lo que hoy es el Anexo de la Rosaleda. Allí comenzó el impulso del baloncesto en Málaga, de la mano de Alfonso pronto el baloncesto fue creciendo y con escasos recursos económicos, y con unos viajes interminables a Cataluña, el C.D. Málaga se quedó a un paso de jugar en la entonces Primera Nacional, la máxima categoría del baloncesto español. Alfonso Queipo siempre recordaba un viaje a Extremadura en una furgoneta de pescado, donde los jugadores iban sentados en cajas. Con sólo 27 años, Alfonso se convirtió en directivo del C.D. Málaga y el delegado de la sección de baloncesto. Tuvo que pagar un peaje como era firmar las “letras” del fichaje de Fleitas, que para su tranquilidad fue traspasado al Real Madrid y no tuvo que poner ni una peseta.
Viendo que en el C.D. Málaga no podía crecer más, Alfonso decidió emprender en solitario un nuevo proyecto. Su sueño era que el baloncesto malagueño llegara a lo más alto y en las actuales condiciones ese sueño era imposible, así que había que empezar de nuevo. Con un grupo de jóvenes jugadores creó la sección de baloncesto del Centro de Deportes el Palo, él siempre le dijo a sus jugadores que “tenéis el talento para jugar en primera, lo que hace falta es dinero para que lo logréis” y con el tiempo lo consiguió. Poco a poco fue creciendo con el club paleño pero el salto no llegaba. A punto de arrojar la toalla, él era la persona que mantenía económicamente al club gastando unas enormes cantidades de dinero para la época, la intermediación de José María Martín Urbano fue vital para la llegada de la Caja de Ahorros de Ronda que incluyó el baloncesto dentro de la Sociedad Deportiva Caja de Ahorros de Ronda. Según el mismo contaba: “esa fue la verdadera fusión del baloncesto malagueño y no la posterior entre Unicaja y Maristas”.
Aún así, en la primera temporada ya con Caja Ronda, la mayor parte del presupuesto la aportó Alfonso Queipo y pronto llegó el deseado ascenso a la máxima categoría tras ganar en Vigo. Alfonso ya en labores de director deportivo, su garganta ya le jugó malas pasadas, conseguía lo que siempre anhelaba ver a un equipo malagueño compitiendo con los mejores.
Desde los despachos, junto al recordado Paco Moreno, siguió con su inestimable labor, aún con altibajos, el equipo en ese periodo descendió en dos ocasiones, lo mejor estaba por venir. Las temporadas 87/88 y 88/89 supuso otro hito para el baloncesto de Málaga, por primera vez un equipo malagueño jugaba competición europea, la Copa Korac, con el recordado equipo de los Arlauckas, Ricky Brown, Vecina, Ramiro y Blanco, dirigidos desde el banquillo por Mario Pesquera.
En 1992 dejó con la absorción de Unicaja de Mayoral Maristas y la creación del CB Málaga, hoy Unicaja, Alfonso salía de la dirección deportiva del nuevo club, donde ya nunca volvería. Durante todos estos años recibió múltiples reconocimientos como la insignia de la Federación Española de Baloncesto, la de la ACB y la de Unicaja, además del premio Raimundo Saporta o el Quijote de Plata. Alfonso fue un referente no sólo en Málaga, sino también a nivel nacional. Fue uno de los creadores de la Asociación Española de Entrenadores y uno de los socios fundadores de la A.C.B.
En los últimos años era habitual oírlo en COPE Málaga en las retransmisiones de Unicaja y verlo en el plató de Zona Verde, programa que emitimos cada martes en 101 TV. El pasado 21 de diciembre, tras recibir la insignia de oro de Unicaja le rendimos un merecido homenaje donde repasamos su vasta trayectoria, desgraciadamente, esta fue su última entrevista. Siempre te recordaremos, DEP, Alfonso Queipo de Llano Giménez.
Emilio Guerrero Zona Verde 101tv