Google ha trasladado su rechazo al impuesto por el uso de la red que proponen los operadores de telecomunicaciones para compensar el aumento de tráfico generado por el mayor uso por parte de los gigantes de Internet y el contenido.
«Nadie contrataría la banda ancha sin los proveedores de contenidos. Todos nos necesitamos los unos a los otros», han señalado a Europa Press fuentes de la compañía, que invirtió 24.000 millones de dólares (24.240 millones de euros al cambio) en infraestructura el pasado año.
En el conjunto del sector, la consultora Analisys Mason ha elevado el volumen de inversión en infraestructura de los principales proveedores de contenido a 883.000 millones de dólares (891.508 millones de euros) en la última década.
Asimismo, las fuentes de la tecnológica han subrayado los acuerdos entre ambos tipos de empresas a la hora de prestar sus servicios y desarrollar proyectos como muestra de las sinergias entre ambos actores del mundo digital.
Por otro lado, otro de los argumentos trasladados desde la tecnológica es que los costes de operación de las telecomunicaciones se han mantenido más o menos planos en contraste con el aumento de tráfico.
De hecho, la Junta de Reguladores Europeos para las Comunicaciones Electrónicas (BEREC) se pronunció hace dos semanas sobre el posible impuesto y concluyó que el coste que supone el uso de la red es muy bajo comparado con los costes totales de las redes de telecomunicaciones.
Por otra parte, un informe de la patronal de las ‘telecos’ señalaba que el tráfico de las plataformas digitales suponía entre 36.000 y 40.000 millones de euros anuales en costes para el sector.
Los operadores de telecomunicaciones han intensificado en los últimos meses el reclamo de que los proveedores de contenido paguen por el uso de la red ante los crecientes costes de mantenimiento de esta por el aumento del tráfico en Internet.
Ante este debate, la Comisión Europea prevé lanzar una consulta sobre la posibilidad de imponer esta tasa a las grandes tecnológicas a principios del próximo año.