Los objetivos de la Unión Europea (UE) en materia de transición energética fijados para 2030 son «difíciles de alcanzar» y los principales obstáculos para ello son la falta de infraestructuras, la planificación y los permisos, según el exdirector general adjunto de Energía de la Comisión Europea y asesor de Energía en Baker Mckenzie en Bruselas, Klaus-Dieter Borchardt.
El experto, que este jueves ha participado en la décima edición del ciclo de conferencias ‘Energy Prospectives’ organizada por la Fundación Naturgy y el IESE Business School, también ha hecho hincapié en que «no existen soluciones mágicas» para que la UE afronte la transición energética, aunque ha considerado que es esencial que la sostenibilidad, el suministro y la competitividad se persigan de forma conjunta dentro de bloque.
Para ello, ha valorado que es necesario que se realicen «adaptaciones» en la política energética europea actual, al tiempo que ha opinado que el «marco regulador llega demasiado tarde».
No obstante, Borchardt está convencido de que el objetivo de emisiones nulas netas para 2050 no está en peligro ya que, en su opinión, «la desaceleración de la descarbonización mediante el uso de gas natural y el uso continuado de centrales de carbón durante más tiempo del previsto inicialmente se compensará con la aceleración del paso de la energía fósil a la renovable y cero o baja en carbono entre 2028 y 2035».
IMPULSO AL BIOMETANO
El exdirector general adjunto de Energía de la Comisión Europea también ha resaltado que en el marco de las medidas previstas en la estrategia RePowerEU es necesario impulsar el biometano para alcanzar el objetivo de 35 bcm (miles de millones de metros cúbicos, billion cubic meters en inglés) en 2050.
«Hay que desarrollarlo, encontrar su camino hacia el mercado mayorista y que sea accesible, pero ¿cómo? Se debe regular la acción», ha destacado antes de pedir más concreción en los planes de la Comisión Europea.
En su intervención también se ha referido a las interconexiones de gas y electricidad de la Península Ibérica con Europa y ha apuntado que un incremento de las mismas podría redundar en un mayor control de precios. «Llevamos años hablando de esto y no hemos avanzado», ha lamentado.
Asimismo, Borchardt ha abogado por acelerar y facilitar la autorización de los proyectos de energías renovables y cartografiar las áreas de desarrollo de las mismas para que los Estados de la UE puedan contribuir de forma efectiva a los objetivos del bloque.
En cuanto al hidrógeno, ha apuntado que «un enfoque de la descarbonización solo a través de la electrificación no es práctico».
En la jornada también ha participado el director adjunto de la Comisión de energía de California (Estados Unidos), Hannon Rasool, que ha explicado que los objetivos del Estado de California en materia energética son alcanzar la neutralidad en carbono en 2045 y una electricidad 100% renovable para ese mismo año, así como dejar de vender vehículos de combustión a partir de 2035.
En su intervención también ha destacado la necesidad de aprovechar las oportunidades que ofrece el hidrógeno verde y ha defendido los beneficios de la energía limpia en la mejora de la salud local, en la igualdad de condiciones y en la creación de nuevos puestos de trabajo.