El Servicio de Medicina física y Rehabilitación del Hospital Regional de Málaga ha iniciado un programa de entrenamiento dirigido a mujeres que sufren linfedema secundario tras haber padecido cáncer de mama. De este modo, las pacientes inician un programa encaminado a reducir este efecto colateral de la enfermedad, mejorar la condición física, adecuar el peso corporal y perder el miedo al ejercicio físico.
Este programa, en funcionamiento desde hace un año, se realiza en grupos reducidos tres días a la semana. Las sesiones incluyen dos días de ejercicio –aeróbico y anaeróbico– en sala y una exterior de marcha nórdica.
Antes de su ingreso en el programa, las pacientes son valoradas en el servicio de Cardiología, donde se realizan una prueba de esfuerzo y un ecocardiograma, comprobando la respuesta al ejercicio, de manera que se adapte a sus posibilidades y se realice con seguridad.
Hasta la fecha han participado 107 personas con linfedema. Gracias a la buena respuesta, el equipo ha iniciado un estudio de investigación para evaluar si la actividad física, junto con un programa de pérdida de peso con dieta hipocalórica, reduce el linfedema y promueve la pérdida de miedo al ejercicio y el incremento de condición física. También, si produce una mejora en la calidad de vida, en el estado de ánimo y en el rendimiento cognitivo.
En esta iniciativa participan de forma multidisciplinar profesionales de la Unidad de Patología Mamaria, la UGC de Medicina Física y Rehabilitación, la UGC de Endocrinología y Nutrición, de Cardiología, y de Neurología.
En este sentido, la fisioterapeuta María del Mar Martín ha señalado que el programa es «un buen ejemplo de cómo una patología que deteriora tanto la calidad de vida puede ser abordada adecuadamente al coordinar los distintos servicios que las atienden en pro de un objetivo común».
«Además, a lo largo de este tiempo, hemos constatado el empoderamiento de las mujeres y cómo mejoran su condición física para retomar sus actividades cotidianas», ha subrayado la especialista.
EL LINFEDEMA
En mujeres con cáncer de mama que han precisado de la extirpación de los ganglios axilares, el linfedema se produce en el brazo por interrupción de los vasos linfáticos a nivel de la axila, llegando a un 20% de prevalencia. También puede suceder, aunque en mucho menor porcentaje (7%) en aquellas a las que se practica biopsia del ganglio centinela.
En 2021, en el Hospital Regional de Málaga se hicieron aproximadamente 103 detecciones de cáncer de mama, de las que 12 precisaron una extirpación de los ganglios linfáticos axilares, es decir una linfadenectomía. Del total de mujeres tratadas, cinco desarrollaron linfedema.
Los expertos calculan que una de cada cuatro mujeres desarrollará esta complicación y aunque el tiempo de aparición varía entre semanas y años, lo más frecuente es que el 25% de los casos aparezcan durante el primer año tras la cirugía.